El Distrito Solidario de Cesena, proyectado por Pier Currà Architettura, es el resultado de la intervención sobre un edificio existente, en el que se plantea una arquitectura que no busca imponerse, sino acompañar, integrándose en el entorno natural del parque urbano donde se inserta. La reforma genera una presencia discreta y cambiante mediante una envolvente metálica reflectante, realizada con paneles de chapa ondulada que captan las variaciones de la luz y las estaciones. El interior refuerza esta idea a través de espacios abiertos, accesibles y luminosos. Se han empleado materiales duraderos y soluciones sostenibles que favorecen el bajo mantenimiento.
El conjunto se organiza en dos volúmenes diferenciados pero complementarios: el edificio existente, renovado y desarrollado en dos plantas, que alberga un mercado solidario en la planta baja y un centro comunitario en la planta alta, y un nuevo almacén anexo de aproximadamente 300 metros cuadrados destinado al acopio y la distribución de bienes, equipado con cámaras frigoríficas. Además, el Centro de Servicios ofrece espacios para reuniones, actividades comunitarias y asesoramiento.

Distrito Solidario de Cesena por Pier Currà Architettura. Fotografía por Nicolas Piazza.

Distrito Solidario de Cesena por Pier Currà Architettura. Fotografía por Nicolas Piazza.
Descripción del proyecto por Pier Currà Architettura
La arquitectura puede ser un instrumento de cuidado e inclusión. Con el Distretto Solidale (Distrito Solidario) de Cesena, el estudio Pier Currà Architettura demuestra cómo un edificio puede convertirse en un centro cívico, capaz de acoger, conectar y devolver la dignidad a la comunidad.
Nacido de la necesidad de recolectar y distribuir alimentos gratuitos a familias necesitadas, el proyecto involucró a asociaciones locales y fondos del PNRR. Rápidamente se expandió más allá de su función inicial para convertirse en un verdadero dinamizador urbano: un lugar de asistencia, pero también de encuentro, formación y empoderamiento.
El proyecto consta de dos volúmenes: la reconversión de un edificio existente, que alberga un mercado solidario y espacios sociales, y un nuevo almacén de aproximadamente 300 m². Conectados por flujos internos cuidadosamente diseñados, reflejan simbólicamente el ciclo de dar y compartir.
Inmerso en un parque urbano, el proyecto adopta un enfoque contextual. El nuevo edificio está envuelto por una piel reflectante de metal corrugado, que cambia con la luz y las estaciones, integrándose en el paisaje. Así, la arquitectura se vuelve silenciosa, vibrante, un reflejo colectivo de la comunidad.
En el interior, el diseño combina eficiencia y hospitalidad: áreas de distribución en la planta baja, salas de formación y actividades sociales en la planta superior. Esta doble función lo convierte no solo en un lugar de apoyo, sino también de crecimiento y ciudadanía activa.
«No queríamos crear simplemente un contenedor funcional», explica Pier Currà, «sino un espacio de escucha y dignidad».
El Distrito Solidario demuestra que la arquitectura puede transformar una inversión pública en un espacio de valor colectivo, capaz de regenerar la ciudad y construir un futuro más equitativo.