El proyecto se resuelve mediante un prisma de acero que unifica el nuevo programa con la nave existente, consiguiendo así que el volumen se perciba como uno solo. Este prisma vuela sobre dos distintos tipos de muros que son los que reciben al visitante, uno de hormigón que privatiza la parcela desde la carretera y otro de mampostería de piedra local que oculta la zona de acceso a la nave de elaboración y el aparcamiento.
Ampliación de bodega para PINEA WINE por Arias Garrido Arquitectos. Fotografía por Ruheca.
Descripción del proyecto por Arias Garrido Arquitectos
En 2020 la empresa PINEA WINE adquirió una parcela de viñedo en uno de los paisajes más impresionantes de la Ribera del Duero, entre Guzmán y Quintanamanvirgo, dos pedanías de Pedrosa de Duero, en Burgos. Una zona con una orografía ondulada que alterna viñedos con zonas de cereal, frutales y pinares. En la parcela se situaba una sencilla nave con cubierta a dos aguas completamente equipada para elaboración de vino de otra bodega que había dejado de funcionar. PINEA elabora exclusivamente vinos con crianza por lo que la instalación precisaba una ampliación que permitiese incorporar fundamentalmente una gran sala de crianza, además de oficinas, sala de catas y dependencias menores.
El reto del proyecto se concreta en conseguir integrar la edificación preexistente en el nuevo programa con un funcionamiento mucho más complejo, teniendo en cuenta el importante desnivel de la parcela, la orientación del conjunto y las fabulosas vistas al valle.
Ampliación de bodega para PINEA WINE por Arias Garrido Arquitectos. Fotografía por Ruheca.
La nueva sala de crianza, se coloca semienterrada en el lateral de la nave existente. Desde ella se accede a la "sacristía", un pequeño espacio completamente enterrado de hormigón armado concebido para vinos seleccionados, iluminado solamente por un lucernario bajo el agua del estanque superior. El techo de la sala de crianza genera un nuevo nivel sobre el cual se sitúa el acceso para visitas, la sala de catas, y las oficinas en voladizo. Todo este programa superior abraza a la nave existente conectándose también con ella mediante la apertura de dos huecos. El resto de la superficie de la ampliación, se resuelve con una cubierta-jardín para eventos que se asoma al paisaje.
Un prisma vacío de acero corten unifica este nuevo programa con la nave existente haciendo que el volumen se perciba como único. El prisma vuela sobre dos muros que reciben al visitante, uno de hormigón sobre un estanque que privatiza la zona de eventos desde la carretera y otro, ortogonal a este, construido con mampostería de piedra local que oculta la zona de aparcamiento y el acceso a la nave de elaboración.