En una zona con una orografía ondulada que alterna zonas de viñedos con zonas de cerereal, frutales y pinares, en la Ribera del Duero, Burgos, el estudio de arquitectura
Arias Garrido Arquitectos se enfrentó al reto de conseguir integrar en una bodega que ha dejado de funcionar, un nuevo programa con un funcionamiento mucho más complejo y un programa más amplio.
Las claves que marcan el comienzo del proyecto son el importante desnivel de la parcela, la orientación del conjunto y las vistas privilegiadas al valle, además de la necesidad de crear una ampliación que permitiese incorporar las necesidades de PINEA WINE para elaborar sus vinos, que son una gran sala de crianza, oficinas, sala de catas y otras dependencias.