El mural desarrollado por Ramos Alderete toma como referencia la gama cromática empleada en el resto de la iglesia, revistiendo ambas capillas con pan de oro, creando así una atmósfera más íntima, oscura e introspectiva. Cada capilla representa un sacramento mediante una serie de líneas o trazos pintados directamente sobre el pan de oro, diferenciándose entre ellas por el color azul o morado según el sacramento.
Los trazos de color sobre el pan de oro se presentan como una repetición de trazos de movimiento vertical que juntas dan carácter al fondo común dorado, siendo singular cada línea representada por el trazo a mano de las mismas. Estos trazos tienen la intención de reflejar la lluvia de gracia en cada una de sus formas, preparando a los usuarios para el encuentro eucarístico.
Pintura mural para las Capillas del bautismo y la Penitencia en la Iglesia de la UFV por Ramos Alderete. Fotografía por Amores Pictures.
Descripción del proyecto por Ramos Alderete
Se recibe el encargo de realizar el arte decorativo de las Capillas de la Penitencia y del Bautismo en la Iglesia de nueva construcción de la Universidad Francisco de Vitoria. Las capillas, semicirculares y abiertas a la nave principal, se sitúan en la entrada de la iglesia, frente al retablo, y son simétricas. El arte propuesto debía ser coherente con el simbolismo de las mismas y con la atmósfera propuesta por el templo recién construido.
El punto de partida es el espacio de la Iglesia existente y las ideas que la han conformado. Eso nos llega a tomar una serie de decisiones estratégicas que trabajan con los mismos elementos que han conformado el resto del espacio: el pan de oro existente en el retablo o la idea de lo particular y lo colectivo, lo singular y lo universal que domina las decisiones arquitectónicas del templo.
Los lugares sacramentales del templo existente están revestidos de pan de oro con el despiece visto. Además, la gama cromática del templo está muy definida. Por ello, la primera decisión, coherente con el resto del espacio, es el revestimiento de las capillas en pan de oro. A diferencia del retablo o de la capilla del Santísimo existente, las nuevas capillas tienen plantas de geometría circular más cerrada, por lo que el pan de oro se refleja sobre sí mismo, adquiriendo un tono más íntimo, más oscuro, más introspectivo. La posición de las capillas, en la entrada y frente al altar, establece una relación con el retablo directa. Cada capilla, al igual que Sacramento que representa, tiene su matiz particular, provocado por una serie de líneas o trazos pintados directamente sobre el pan de oro, diferenciándose por el color azul o morado según el sacramento.
Estas líneas, lluvia de gracia en el Bautismo, lágrimas moradas en la de la Penitencia, se presentan como una repetición de trazos de movimiento vertical que juntas dan carácter al fondo común dorado. El gesto o la mano hacen particular cada línea y llenan el fondo de acciones sutiles. La escala de la línea es la escala del trazo de la mano. Esta operación, pintura sobre el pan de oro, da lugar a una vibración que trabaja con la misma idea de la Capilla UFV: lo personal y la comunidad, la Iglesia universal y las Iglesias particulares. Idealmente, cada trazo podría estar hecho por una persona.
La idea de lluvia o lágrimas es coherente con su posición en la iglesia, a la entrada del templo: Sacramentos necesarios para entrar en disposición. Así la lluvia de gracia, en cada una de sus formas y sobre cada uno de nosotros, prepara para el encuentro eucarístico. El trazo es libre en su eje vertical, pero todos empiezan y acaban con un orden estricto. Eso provoca movimientos y vibraciones, como viento que barre los trazos, pero siempre en un pentagrama superior y que remite al tiempo a la advocación general del templo, “Sede de la Sabiduría”. Densidades, y transparencias de las pinturas y sutiles variaciones de tonos generan un espacio cambiante según la luz y la posición que permite hablar siempre de algo que se escapa, de ideas trascendentes que no se dejan atrapar.