El proyecto fue diseñado para el festival académico de Queima das Fitas. El encargo tenía como hándicap instalarse en tres metros cuadrados de área y cinco de altura, para lo que se utilizó como laminado una tubería acanalada de plástico corrugado siguiendo un patrón helicoidal alrededor de un marco estructural básico. Cada capa se fue sujetando con abrazaderas de plástico.
La naturaleza del material utilizado ofrece interesantes efectos de luz durante la noche cuando se ilumina desde el interior.