Destaca sobre todos los elementos la presencia de la luz, ya sea reflejada, directa, traslúcida, blanca o de color, atravesando el edificio, proyectado en cada uno de sus planos horizontales, y proyectando distintas formas del edificio.
Descripción del proyecto por Jose Alvarez Checa
La Lonja es un edificio industrial al lado de la Ría de Huelva. Por su uso como lonja de subasta, mercado, y reventa de pescados y mariscos, tiene unas características funcionales precisas y concretas, recogidas en las múltiples normativas regionales, nacionales y europeas.
Su extrema cercanía a la ría, y su uso interno, expone el edificio a un alto grado de humedad y de corrosión, lo que obliga a la utilización de materiales antioxidantes y de poca degradación. Como anécdota debe saberse, que es un edificio que no se barre, sino que se baldea con agua directamente, lo que implica el uso de este tipo de materiales.
El uso fuerte y agresivo con las fachadas, en la carga y descarga del pescado, se resuelve mediante el uso del granito escafilado, verdadero absorbente por sí de golpes y rayados. La cubierta plana y horizontal de losas de hormigón se resuelve como una fachada más, dada su escasa altura y su visión desde los edificios colindantes de mayor altura.
La planta alta, permite al visitante, apreciar todas y cada una de las acciones de la lonja. En un recorrido y a través de grandes patios acristalados, se pueden ver: la entrada del pescado por barcos o por camiones, la subasta del mismo, la exposición de las segundas ventas, y la salida en camiones frigoríficos hacia sus destinos.
El desarrollo formal de la propuesta se basa en el concepto de: horizontalidad-lineal. Esto nos lleva a una casi modulación del espacio con una constante en su altura, unificada con el fin de dotar al modelo de una fuerte horizontalidad; hecho primordial en el paisaje del estuario del río Odiel, donde la horizontalidad del paisaje y el horizonte se confunden en una misma cosa. Por decirlo de otra manera, la propuesta se desarrolla como una arquitectura de límite.
Su ubicación entre la valla del puerto y el cantil del muelle, le hace aparecer como un objeto de fuerte presencia. Su escala y potencia tratan de minimizarse mediante la utilización del reflejo en la fachada. La pérdida de materialidad del edificio se busca en la visión indirecta del entorno. Al mismo tiempo, al discurrir paralelo a la ría, le permite disfrutar de la visión de la misma y del impresionante horizonte de la marisma.
La luz es la gran protagonista del edificio. La luz en sus variantes de reflejada, directa, traslúcida, blanca o de color. Buscando una interacción de de los planos luminosos de color, apareciendo y desapareciendo según la posición del sol. La luz en constante mutación y los cambios atmosféricos del cielo, produciendo visiones distintas del edificio, debido a sus reflejos constantes exteriores e interiores.
Se cuida la geometría, la escala, la proporción y los materiales como elementos básicos de la composición arquitectónica.