En paralelo a la construcción del edificio de la Fundación Botín, se ha peatonalizado buena parte del paseo marítimo consiguiendo de este modo que el epicentro de la ciudad de Santander quede conectado con el mar a través de los Jardines de Pereda que además de cobra run mayor protagonismo en la estructura urbana de la ciudad, han sido ampliados hasta conectar con el acceso del edificio.
La propuesta de los arquitectos ha permitido que la planta baja haya quedado liberada de edificación, consiguiendo que el edificio no se convierta en una pantalla desde la que fuera imposible ver el mar. ¡Ahora es posible volver a mirar el mar desde el centro de mayor actividad de Santander!
El Centro Botín, que presenta una planta que de algún modo recuerda por su forma a unos pulmones, se desarrolla como dos grandes voladizos por encima del límite del puerto, consiguiendo de este modo acercar todavía más a los usuarios al mar.
Una vibrante fachada está rematada con grandes píxeles de colores claros que hacen que el volumen del edificio desaparezca entre el siempre grisáceo cielo de Santander.
Descripción del proyecto por Renzo Piano Building Workshop
El Centro Botín es un nuevo espacio para el arte, la cultura y las diversas actividades de la Fundación Botín. Se construirá en los Jardines de Pereda, en el paseo marítimo de la ciudad de Santander. El proyecto recupera un área actualmente utilizada como aparcamiento, restaurándola para la ciudad. El solar, organizado como una extensión de la rejilla de la ciudad a través del parque existente, proporcionará acceso directo desde el centro histórico al mar y mejorará las conexiones visuales con el agua.
El edificio será un nuevo hito en el paseo marítimo, tanto desde el punto de vista visual como cultural, así como un medio para impulsar las actividades de la Fundación Botín. Gracias a los diversos programas culturales y de investigación de la Fundación, se espera que el centro impulse el desarrollo cultural, social y económico de Santander.
Al redirigir el tráfico en el Paseo del Muelle a través de un túnel de 200 metros de largo, los Jardines de Pereda pueden extenderse hasta el paseo marítimo, duplicando su tamaño. El Centro de Arte Botín se encuentra en la nueva sección del parque, justo al borde del agua. Hacia el norte, convergen varios caminos que discurren por el parque como una nueva plaza pública. Un anfiteatro al aire libre en el lado oeste del edificio podrá asentar a 2.000 personas para conciertos o proyecciones de películas.
El centro está organizado en dos partes, un ala oeste y un ala este, unidos por una pasarela elevada que culmina en una plataforma en voladizo sobre el mar.
El ala oeste del edificio es un espacio de exposición: 2.500 metros cuadrados de espacios versátiles de 5 metros de altura sobre dos niveles que proporcionan galerías y áreas de apoyo. El nivel superior tiene un sistema de iluminación que permite que parte del espacio de la galería se ilumine naturalmente.
El ala este, al este, se centra en la educación y acogerá un auditorio felexible de 7.5m de altura libre y 300 asientos que se podrán regoger. En el nivel superior del edificio se asentará un área multiusos de aproximadamente 255 metros cuadrados. El auditorio tiene una fachada acristalada al sur, ofreciendo la opción de contar con altavoces, actores o músicos actuando contra el telón de fondo de la bahía con su tráfico de barcos.
Ambos edificios quedarán elevados gracias al sistema estructural del edificio. Junto con la forma curva de los edificios, esta estructura hace que el edificio desparezca en su entorno y permite vistas nítidas desde el parque hasta el mar. Los bordes curvos también dibujan luces y reflejos del agua en el espacio existente debajo del edificio. El exterior será revestido con pequeñas baldosas de cerámica blanquecina que se adaptan fácilmente a la forma del edificio y que también tienen un acabado nacarado que refuerza la luminosidad del edificio, bajo el cielo a menudo gris de Santander.
Fotografía.- Rubén Pérez Bescós