Entablando comparaciones entre diferentes reformas e intervenciones asociadas al consumo de «fast fashion», el proyecto realizado por AMA Architectural Office aproxima la arquitectura a la gente, poniendo en evidencia los reiterados cambios que se llevan a cabo dentro de nuestros hogares, sin mejorar condiciones fundamentales como la accesibilidad y el confort térmico.
Lejos de posicionarse como una lectura exclusivamente teórica, el pabellón hace foco en la domesticidad de lo cotidiano: el interior de las viviendas. Como crítica a la rehabilitación sin reflexión, la propuesta reinterpreta el concepto de utopía, asociado comúnmente a gestos arquitectónicos inalcanzables, promoviendo la capacidad de proponer soluciones sostenibles que se adapten sensiblemente a las necesidades reales de los habitantes.

Etxenoi por AMA Architectural Office. Fotografía por Mikel Blasco. Imagen cortesía por Mugak/2025.
Descripción del proyecto por AMA Architectural Office
El proyecto reinterpreta la arquitectura como un ejercicio de responsabilidad colectiva. Compara reformas e intervenciones con el consumo de «fast-fashion» y propone a la ciudadanía como agente activo de cambio en la construcción de un futuro más sostenible.
«Muchos de los cambios en nuestras viviendas vienen marcados por grandes compañías que cambian los productos cada temporada. Esto que ocurre en el interior de nuestras casas se ve extrapolado a los diferentes edificios y espacios públicos que componen nuestras ciudades, donde muchos son sometidos a cirugías estéticas urbanas sin mejorar condiciones más importantes como la accesibilidad, el confort térmico o la adaptabilidad formal y estructural a cambios en el futuro».
Exponen los autores de la propuesta.
El planteamiento teórico del pabellón se inscribe en una reinterpretación crítica del concepto de utopía, tal como ha sido propuesto por la organización de la bienal, pero abordado desde una perspectiva distinta. Desde su origen, la utopía ha funcionado como un dispositivo conceptual que permite desplazar las realidades presentes hacia escenarios alternativos —ya sean distópicos, idealizados o directamente inalcanzables—, sirviendo como espejo de nuestras limitaciones o aspiraciones. Sin embargo, lejos de adherirse a una visión abstracta o inalcanzable del término, esta propuesta busca examinar qué sucede cuando la utopía deja de concebirse como una aspiración remota y se transforma en una posibilidad concreta, habitable y próxima.
En este sentido, el pabellón se distancia deliberadamente de una lectura pretenciosa o excesivamente teórica del concepto, para centrarse en lo cotidiano, lo doméstico y lo tangible: el interior de nuestras viviendas. A través de esta aproximación, se pretende no solo acercar la arquitectura a un público más amplio, sino también situar el debate sobre el futuro del habitar en un terreno accesible y urgente.
La transformación utópica de nuestras casas ya no se juega en grandes gestos arquitectónicos, sino en la capacidad de proponer soluciones sostenibles, adaptables y sensibles a las necesidades reales de los habitantes. Así, la utopía se reformula no como una meta inalcanzable, sino como una herramienta de intervención directa sobre lo posible.