Como un puente que vincula estos dos extraordinarios paisajes naturales, la cafetería realizada por SelgasCano se resume en tres rectángulos de cristal escalonados, que, posicionados paralelamente a la costa, logran una estrecha vinculación tanto con el bosque trasero como con el horizonte marino. La totalidad del programa se organiza de forma sencilla en tres plantas diferentes separadas por un desnivel de 70 cm entre cada una.
Elevando el edificio a 6 metros del nivel de la marea, la terraza ofrece vistas despojadas del entorno, mientras que en el interior, las puertas correderas laterales abren generosamente el espacio hacia la brisa marina. El «Chiringuito», llamado así en referencia a los lugares de playa que dominan la costa española, desaparece desde el lado del mar, vinculando visualmente la orilla con el pinar del fondo.

«Chiringuito Café» por SelgasCano. Fotografía por Iwan Baan.

«Chiringuito Café» por SelgasCano. Fotografía por Iwan Baan.
Descripción del proyecto por SelgasCano
Tras el éxito de la cafetería «Coffee and Tree / Café y Árbol» entre los habitantes de Rizhao, nuestro cliente recibió la propuesta de construir una nueva cafetería en un lugar muy especial y hermoso: en el límite entre un bosque de pinos negros y la playa de Rizhao. Un lugar completamente natural y único, donde a lo largo de los años se habían construido diferentes edificios desordenados y desordenados. El encargo incluía limpiar todo este desorden y crear una nueva cafetería que sirviera de puente entre estos dos paisajes naturales.
Por eso, siempre concebimos el edificio como algo muy transparente, y finalmente consistió en tres rectángulos de cristal escalonados, unidos y orientados paralelamente a la orilla del mar. De esta manera, desde cualquier punto del interior del edificio, y desde sus terrazas superiores, se podía ver perfectamente el mar, pero también se podía disfrutar de una vista despejada del bosque de pinos trasero. Estas tres geometrías limpias organizan la cafetería de forma muy sencilla, distribuyendo todo el programa en tres niveles diferentes, con un escalón de 70 cm entre cada uno, y elevándose desde el nivel de la arena a 6 metros del nivel de la marea.
Las puertas correderas laterales permiten abrir un espacio totalmente abierto a la playa con el aroma del mar.
La terraza ofrece las vistas más espectaculares, con la sección del edificio a tan solo 6,80 m sobre el nivel del suelo.
El techo interior es una continuidad de las protecciones solares exteriores, fabricadas en ambos casos con tubos de aluminio reciclado pintados en 5 colores diferentes, lo que aporta color y personalidad marinera a todo el edificio.
Siempre lo llamamos «Chiringuito» en recuerdo a todos estos lugares junto a la playa en toda la costa española, pero el cliente prefirió llamarlo «Café y Mar» como una continuación de los diferentes cafés relacionados con la naturaleza que planeaban construir.
Desde el lado del mar, el edificio desaparece. Permanece visible únicamente a través de los reflejos del paisaje en las paredes de cristal, dejando entrever el pinar que se mezcla con los clientes de la cafetería, los verdaderos protagonistas de este espacio despejado.
