Con un prólogo de Elías Torres Tur, "Verde, ¿y el resto?", el libro comienza con un breve pero importante manifiesto a favor del espacio libre complejo. Enric Batlle conjuntamente con Joan Roig llevan años trabajando sobre el pasiaje, con el paisaje y recibiendo frutos del paisaje. Muestra de ellos son los innumerables premios que vienen recibiendo por su trabajo, por lo que se hacía necesario una declaración de principios. Tan solo 16 puntos, y no eran necesarios más, a modo de manifiesto proclamático.
Con este posicionamiento el lector conoce desde el principio cuáles son las reglas y el instrumental con el que se va a enfrentar al resto de la lectura. Un discurso bien organizado, lo que permite una lectura ágil, que va pasando desde la identificación del espacio (esta parte y la última son las más propositivas), el ideario con el que se interpreta ese espacio donde Batlle realiza un recorrido histórico sobre su selección de proyectos del siglo XX, que han codificado ese ideario y han definido ese nuevo espíritu del paisaje, para terminar con la manipulación de ese nuevo estrato aplicando el ejercicio de su práctica.
El libro, necesario y oportuno, es una de esas piezas que se esperan siempre, pues desde la práctica (hay demasiada teoría de la teoría) se necesita ir conformando el ideario programático de ese nuevo territorio. Tan solo una pega, que me trasmiten los estudianes: para una edición a dos tintas, el libro podía haber sido un poco más asequible. En cualquier caso es un libro muy recomendable que debe estar en la biblioteca de cualquier buen arquitecto interesado o no por el paisaje. Como siempre ¡Sombrero de pico para Gustavo Gili y Enric Batlle!
"El jardín de la metrópoli constituye un nuevo modelo de espacio libre para la ciudad dispersa que puede dar lugar a un nuevo estrato de la realidad metropolitana: un nuevo espacio libre, reflejo de un espíritu que garantice la sostenibilidad sin renunciar a su formalización desde la modernidad.
Este libro trata de establecer los “principios” de ese nuevo espacio libre a través del análisis de varios modelos históricos y de algunos ejemplos contemporáneos: desde jardines o parques hasta sistemas de espacio público e híbridos urbanos. También se pretende aprender de este nuevo espíritu mediante la recopilación de materiales procedentes de diversas disciplinas —la agricultura, la ecología, el arte y la arquitectura—, que no son presentadas desde su especificidad, sino que se interpretan desde la lógica de la arquitectura del paisaje.
A partir de tales principios y elementos, finalmente, el autor define un nuevo estrato urbano, producto de la integración de todos los espacios libres metropolitanos —desde los drenajes del territorio a los bosques de la metrópoli o desde las agriculturas urbanas hasta los jardines de asignación y las infraestructuras verdes— con una actitud que puede persistir en las pequeñas acciones individuales o en todas aquellas intervenciones que, sin resolver la globalidad, pueden ser reflejo de su esencia."