Ellen Kooi, vive y trabaja en Haarlem, Países Bajos.
Ellen Kooi nos reta a ver el mundo, a través de sus fotografías, como una narración dramática, buscando la frontera entre fantasía y realidad. A primera vista, las personas que habitan en estos paisajes (en su mayoría holandeses) parecen estar a merced de su entorno, pero si nos fijamos en estas fotos con más detalle, descubrimos una relación más compleja.
Utilizando su experiencia en la fotografía de teatro y danza, Kooi crea escenas con las que el espectador se siente familiarizado, pero se muestran mágicas. Algunas de sus obras parecen centrarse en las cualidades propias de cuento de hadas, pero siempre conteniendo un lado sombrío en la narración. Los niños que en un primer momento parecen estar jugando en realidad pueden estar huyendo, aterrorizados incluso. Una mujer hermosa no está contemplando un hermoso paisaje, si no la amenazadora industria que se cierne detrás de él. Al igual que las figuras solitarias en las obras de Caspar David Friedrich, los habitantes del mundo de Ellen Kooi se encuentran abatidos por el temor y la angustia. El contraste entre un mundo personal de fantasía y los elementos que lo rodean, son a la vez reales y simbólicos en la riqueza propia del trabajo de Ellen.