El proyecto busca mantener y proteger lo existente, para ello los arquitectos diseñaron una estructura exterior de muro cortina que funciona como una segunda fachada que además de proteger el edificio, alberga un sistema que permite de recuperación de calor y masa térmica que hace que el edificio sea más eficiente.
Descripción del proyecto por Lemay y Atelier 21
El proyecto de restauración del Grand Théâtre de Québec acaba de recibir cuatro prestigiosos premios de excelencia. Dos han sido presentados por la Ordre des architects du Québec: los más altos honores del jurado y la elección del público. La revista SAB también ha reconocido el proyecto con el premio Green Building Award, así como con el Royal Architectural Institute of Canada, por su destreza innovadora.
Valorado por su arquitectura brutalista, el Grand Théâtre de Québec es un icono cultural. Lemay y Atelier 21 se encargaron de restaurar y proteger la capa exterior desmoronada del edificio y su emblemático mural Bonet, en el interior.
La nueva envolvente es una respuesta delicada a un problema complejo. Al desarrollar medidas correctivas para las muchas debilidades del edificio, el equipo transdisciplinario produjo una solución innovadora y sostenible: agregar un muro cortina de vidrio transparente a la estructura de hormigón.
La carcasa de vidrio fue cuidadosamente diseñada en continuidad con la estructura desarrollada por Victor Prus, el arquitecto original, y el trabajo mural de Jordi Bonet, consagrado por la capa exterior protectora de Prus. Discreta y casi inmaterial en ocasiones, refleja su entorno y se convierte en la principal interfaz con la ciudad, agregando un acto teatral adicional en el descubrimiento de esta importante obra quebequense.
Tal como se diseñó, la delgada pared de vidrio protector protege el Grand Théâtre de los elementos mediante la creación de una envolvente secundaria templada que alberga un sistema de recuperación de calor y masa térmica de bajo flujo. El sistema es energéticamente eficiente y económico. Más allá de su función principal, la nueva capa actúa como una extensión del edificio original que protege, utilizando la misma lógica estructural y composición finamente ajustadas.
Cualquier alteración en la arquitectura del edificio tenía que ser muy limitada, dice Eric Pelletier, arquitecto y director de diseño de Lemay. La fragilidad del edificio, junto con la imposibilidad de acceder directamente a los anclajes de hormigón, planteó un gran desafío: el trabajo en el edificio se llevó a cabo durante las operaciones normales del teatro durante el día y la noche.
«Al igual que en una obra de teatro que se escribió hace 50 años, tuvimos que revitalizar le Grand Theatre con un nuevo guión que resonaría con una nueva generación, respetando y abrazando el trabajo original de Prus».
Eric Pelletier, arquitecto, director de diseño de Lemay.