Por un lado, el análisis de la topología nos permite leer los espacios de las ciudades por sus características visibles, pero también por sus posibilidades de transformación virtual. Por otro lado, la apropiación nos permite reconocer una dinámica común a todas estas ciudades: la presencia de edificios simbólicos con relevancia generativa.
De la geometría a la topología.
El ensamblaje de seis ciudades.
por Stefano Corbo and Qianyu Liu
De la geometría a la topología es una lectura imaginativa de seis ciudades existentes: El Cairo, Roma, Beijing, París, Nueva York y São Paulo. Estas ciudades - su morfología y sus especificidades arquitectónicas - se analizan primero y luego se reinterpretan mediante dos herramientas simultáneas principales: topología y apropiación.
Topología
El estudio de las condiciones materiales, como la escala y las proporciones, es contrarrestado por la aplicación obsesiva de múltiples técnicas de diseño: fragmentación, colisión, trasplante, injerto, distanciamiento, etc. La polaridad entre estos dos momentos diferentes fabrica una otra lectura del espacio urbano, en el sentido de un enfoque en las condiciones topológicas de adyacencia y superposición. En otras palabras, el mismo espacio de la ciudad se puede leer por sus características visibles y actuales, pero también como una posibilidad virtual de transformación.
Apropiación
Similares a la transposición de Andrea Palladio del Pórtico del Panteón en su Villa La Rotonda - donde el acto de transferir implica variaciones y contradicciones - las seis ciudades de este proyecto están informadas por una dinámica específica: episodios arquitectónicos icónicos son manipulados repetidamente y aplicados de manera variada para remodelar no solo el tejido urbano actual de esas ciudades, sino también la relación figura-fondo. Entre esas arquitecturas se encuentran el Edificio Mogamma en El Cairo, la fachada de Sant'Andrea al Quirinale en Roma por Bernini, el perímetro de la llamada Ciudad Prohibida en Beijing, la Catedral de Notre Dame en París, el Edificio Flatiron en Nueva York y el Museo de Arte de Lina Bo Bardi en São Paulo. Esas estructuras, una vez aplicadas al terreno indeterminado de la ciudad, dejan de ser simplemente arquitecturas y se convierten en signos o patrones transformadores. Su relevancia no es solo histórica; se vuelve generativa.
Resultado
En la Era de los Hiperobjetos, a través de la topología y la apropiación, estas seis ciudades constituyen un conjunto: entidades combinadas pero unificadas que, por citar a Manuel DeLanda, "además de las personas, incluyen los artefactos materiales y simbólicos: la arquitectura de los edificios que los albergan; la miríada de diferentes herramientas y máquinas utilizadas en oficinas, fábricas y cocinas; las diversas fuentes de alimentación, agua y electricidad."