
Guillermo Vázquez Consuegra proyecta un graderío en planta baja que actúa como expositor, hibridándose con el tránsito de subida escalonado y formando parte del conjunto del recorrido físico y visual de la tienda. Al subir al siguiente nivel, nos encontramos con un espacio de mayor capacidad y de planta libre, donde aparece una gran lámina ondulada y curvilínea de policarbonato traslúcido, que actúa como elemento separador, cualificando las diferentes zonas que genera.
La intervención consigue una coherente respuesta formal que dialoga con el edificio original mediante el uso de mármol blanco con tono rosáceo, logrando una continuidad visual con el existente en el portal de las viviendas. El encuentro entre fachadas se completa mediante el desdoblamiento de un gran fuste acanalado. La importancia de la circulación se acentúa con la continuidad en el material del pavimento, para el que se emplean piezas de madera de roble laminadas, de color gris y encoladas. Para los revestimientos interiores se aplican materiales como paneles de espuma de aluminio, en el caso de las paredes, y placas de aluminio en frío, para los techos. Otros elementos fundamentales para el proyecto son el mobiliario y la alfombra, que completan la materialidad y el espacio propuesto.

Tienda MKR Campana por Guillermo Vázquez Consuegra. Fotografía por Fernando Alda.
Descripción del proyecto por Guillermo Vázquez Consuegra
La tienda multimarcas MKR, destinada a la venta de ropa de alta costura, se localiza en parte de los bajos de una casa unifamiliar construida por el arquitecto José Gómez Millán en 1912 en la calle de la Campana esquina a plaza del Duque, probablemente la esquina más estratégica, desde el punto de vista comercial, del centro histórico de Sevilla.
El local consta de tres niveles; sótano de escasas dimensiones y plantas baja y alta no superpuestas, de manera que coinciden solo en la escalera que las conecta en un extremo de la planta.

El principal objetivo del proyecto es el de encontrar un mecanismo capaz de conectar los tres niveles procurando una continuidad funcional, física y espacial. Un argumento único capaz de vertebrar las tres plantas, a partir de la presencia inamovible de las dos escaleras existentes que, distanciadas, se adosan a la medianera larga del recinto.
La propuesta plantea la construcción de un graderío/expositor en planta baja, que contiene en sus extremos a ambas escaleras, conformando así un episodio complejo unitario y reconocible capaz de dotar de una nueva identidad al espacio de planta baja.

En la planta alta y en el espacio de mayor capacidad se propone la construcción de un recinto propio y específico, a través de una lámina ondulada curvilínea de policarbonato traslúcido, capaz de desplazar a los bordes otros espacios complementarios de menor entidad (despacho, probador, instalaciones, almacén y aseo) y ocultar al mismo tiempo la presencia no deseada de los balcones de la fachada.
Con relación a las fachadas se ha planteado la sustitución del revestimiento existente (placas de cerámica negra) por grandes piezas de mármol blanco/rosáceo procedente de Estremoz, en consonancia con el aplacado exterior existente en el portal de la casa. Operación que se ha complementado con una mayor amplitud en los huecos existentes, sobre todo en la fachada a la Campana, tras una precisa y medida intervención estructural.

Grandes piezas de mármol, en una cuidada y exigente estereotomía, conforman sus fachadas dibujando en el encuentro de ambas un desdoblado fuste acanalado de grandes dimensiones, en referencia a otras tantas esquinas de edificios históricos.
Tanto para el graderío/expositor como para el resto de pavimentos se ha propuesto la utilización de tablillas en madera de roble laminadas, encoladas y tintadas en color gris antracita. Las paredes se revestirán de paneles de espuma de aluminio estabilizada y para los techos suspendidos se utilizarán placas de aluminio laminado en frío.

El proyecto se ha complementado con el diseño de todo el mobiliario: mesa/expositor de atención al público en madera de acacia, otras mesas y bancos en gruesas placas de aluminio, así como la alfombra que cubre el espacio central de la planta baja, tejida mediante técnica tufting, con lana virgen de la Alpujarra.