
La propuesta planteada por elii está ubicada en la esquina de un solar que consolida la calle de una nueva urbanización, respetando los espacios de servidumbre urbana establecidos por la normativa. La vivienda está organizada en torno a dos estrategias de proyecto: por un lado, un sistema de módulos que permite dividir la planta en espacios domésticos y de teletrabajo; y por otro, la configuración en sección como cuerpos superpuestos que establecen dos maneras diferentes de comunicación con el entorno.
Su construcción ha empleado materiales que persiguen la neutralidad en emisiones de CO₂, cuidando los procesos de extracción de materiales, producción, distribución e instalación, y utilizando materiales locales, como la madera y el corcho recogidos de los bosques cercanos.
Esta vivienda ha sido ideada para unos habitantes conscientes del impacto ambiental, que cuidan su comportamiento con el medio ambiente, a la vez que se benefician de las estrategias de eficiencia energética que permiten el ahorro de energía.

137 NEKO por elii. Fotografía por ImagenSubliminal.
Descripción del proyecto por elii
Ubicada cerca del límite urbanizado de Valdetorres de Jarama, Neko se concibe como un lugar para el disfrute doméstico y ecológico donde empezar una nueva vida. Su diseño parte de una estrategia de bajo impacto ambiental que toma en cuenta la performatividad ecológica de su proceso constructivo.
La implantación en esquina en este solar de 754m2 abre la vivienda hacia la parcela y consolida la relación con la calle, dejando una banda de jardines delanteros como una sucesión de espacios íntimos accesibles desde cada habitación.

La propuesta se organiza a partir de dos estrategias principales. Por un lado, en planta, el proyecto se ordena a partir de un sistema de módulos, siguiendo un esquema funcional flexible que habilita espacios domésticos y de teletrabajo. Por otro, en sección, se configura a partir de dos cuerpos superpuestos, que establecen distintos modos de relacionarse con el lugar. La banda inferior resuelve la iluminación natural básica, las vistas, los accesos y la ventilación. Mediante un sistema de aperturas y paños ciegos esta franja facilita una relación directa con los espacios interiores y exteriores, desde el cuerpo de sus habitantes. La banda superior resuelve la captación de luz cenital, la producción de energía y la cubierta vegetal.
Un sistema distribuido de lucernarios que incorporan paneles solares fotovoltaicos, ajustan la escala de las estancias, la iluminación natural y las vistas al cielo de la sierra. La cubierta verde participa de la biodiversidad de este entorno de alto valor medioambiental, rico en flora y fauna.

El planteamiento general admite un desarrollo por fases. En esta primera etapa, se plantea una configuración arquitectónica básica que irá siendo adaptada paulatinamente por sus habitantes. En una segunda fase, se completará la instalación de los paneles solares, la chimenea y se comenzará con la plantación de los jardines y los pequeños huertos domésticos. En la tercera, se prevé ampliar la vivienda con nuevos módulos, completando el patio central. La organización modular, la escala de los espacios y la previsión de conexiones entre módulos permiten alterar la lógica funcional y sirven de soporte para futuras ampliaciones y adecuaciones tipológicas.
Este proyecto basado en principios bioclimáticos despliega diferentes estrategias ecológicas activas y pasivas. Una generosa capa de aislamiento conforma una envolvente eficaz. Las aperturas se disponen de acuerdo a una ley que facilita la ventilación cruzada y la captación o disipación de radiación en invierno y verano, respectivamente. Las instalaciones del suelo radiante frío/calor y del recuperador de calor minimizan la energía operativa. El uso de energía proveniente de fuentes renovables reduce de manera significativa la dependencia de recursos fósiles. La canalización del sobrante de riego de la cubierta verde para el jardín, reduce el consumo de agua. Las acciones de jardinería desplegarán acciones reparativas del suelo.

La estrategia material persigue minimizar las emisiones de CO2 a la atmósfera a partir de una cuidadosa selección de materiales que tiene en cuenta la huella ecológica de los procesos de extracción, producción, construcción, uso y fin de la vida útil del edificio. En la medida de lo posible, se emplean biomateriales, como el corcho o las maderas provenientes de bosques cercanos de gestión ecológica responsable y que atienden a la cadena de custodia de los procesos. La captura de carbono biogénico de estos materiales contribuye a mitigar las emisiones.
La mayoría de las uniones se realiza mediante construcción en seco, lo que permitirá el desmontaje y reciclaje de una gran parte de los componentes, facilitando la posibilidad de participar en el futuro de una construcción circular. A fin de reducir el impacto ecológico, se restringe el número de capas de recubrimiento a las estrictamente imprescindibles, dejando a la vista tanto la madera estructural contralaminada como las redes de instalaciones. La limitación material se toma como una oportunidad para explorar otras estéticas sin renunciar a la dimensión afectiva de los espacios interiores y exteriores.

Por último, la participación de los habitantes será crucial para ajustar el comportamiento ecológico de la casa a partir de rituales cotidianos, que van desde el control de las persianas venecianas a los hábitos de reciclaje, compostaje, uso eficiente del agua, etc.