El área creada entre el nuevo objeto y el armazón original permiten la aparición de espacios flexibles para una cafetería y un vestíbulo polivalente. La planta baja albergará la zona de exposiciones, la tienda insignia, el jardín y la cafetería, mientras que la segunda planta es principalmente la sede central y las oficinas.
Lao Ding Feng Pekín por Neri&Hu. Fotografía por Zhu Rhunzi.
Lao Ding Feng Pekín por Neri&Hu. Fotografía por Zhu Rhunzi.
Descripción del proyecto por Neri&Hu
Cerca de la 5ª Circunvalación Noreste de Pekín, el emplazamiento del proyecto forma parte de una zona industrial que en su día fue próspera y que contaba con su propio depósito de trenes, la estación de Langyuan. En el pasado, se utilizaba para el transporte de mercancías dentro y fuera de Pekín.
En la actualidad, el barrio se encuentra en una fase de transición, y Neri&Hu fue llamado a diseñar la reutilización adaptativa de un antiguo edificio de almacén que en su día se utilizó para la producción textil de algodón para la oficina principal y la tienda de concepto minorista de la histórica marca de pastelería de Pekín llamada Lao Ding Feng, fundada en 1911.
La estructura original de ladrillo está compuesta por un almacén principal y tres edificios anexos, además de un patio ajardinado. En este tipo de proyectos, la estrategia de Neri&Hu siempre comienza con una investigación exhaustiva de las partes del edificio actual que pueden conservarse y restaurarse, mientras que las nuevas adiciones no sólo deben respetar lo existente, sino también contrastar con él, de modo que pueda establecerse una clara distinción entre lo antiguo y lo nuevo.
Lao Ding Feng Pekín por Neri&Hu. Fotografía por Zhu Rhunzi.
El concepto de diseño se inspira en parte en el principal producto del cliente, los pasteles tradicionales de estilo chino, a menudo formados en un molde decorativo: la noción de que un recipiente puede contener o formar la forma de su contenido en su interior. Aquí, un nuevo objeto de hormigón fundido se moldea en la antigua cáscara de ladrillo, sus diversas aberturas y espacios negativos forman los principales espacios comerciales, de galería y de oficinas. Tras verter el hormigón y dejarlo curar, artesanos especializados lo martillean para conseguir una textura suave que contrasta con los antiguos ladrillos y los complementa. En determinados momentos, el nuevo hormigón interior se filtrará y aparecerá en la fachada para rellenar los huecos o indicar nuevos puntos de acceso. Los espacios vacíos entre el nuevo objeto y el armazón original se convierten en zonas flexibles para una cafetería y un vestíbulo polivalente. La planta baja contiene la zona de exposiciones, la tienda insignia, el jardín y la cafetería, mientras que la segunda planta es principalmente la oficina central.
Atravesar el nuevo objeto de hormigón y experimentar los espacios intersticiales entre la nueva inserción y el antiguo edificio aporta una sensación de conectividad entre el pasado, el presente y el futuro y da a esta histórica marca de pastelería de Pekín un nuevo hogar.