La memoria espacial y material de la familia. Casa Patchwork por Funcionable Arquitectura
13/09/2022.
[Oropesa] España
metalocus, ANNA CLARA BARROS
metalocus, ANNA CLARA BARROS
Descripción del proyecto por Funcionable Arquitectura
Había que rehabilitar e integrar varios edificios de diferentes usos en uno solo para obtener una vivienda. Con la reutilización como estrategia principal, se ha tratado de preservar cada espacio y cada material, recolocados, conectados y “cosidos” de una nueva forma, para dar lugar a un conjunto que integra la memoria espacial y material de la familia, como si de un patchwork arquitectónico se tratara. Gracias a ello, se han conseguido reducir significativamente los residuos y los costes de la construcción.
Las distintas zonas iniciales eran cinco: una parte segregada de otra vivienda, el molino, unos establos, un pajar y un troje de una sola nave de doble altura bajo cubierta. Las nuevas conexiones se organizan en torno al espacio en doble altura del antiguo molino, colocando en él la zona principal de estar.
Las nuevas partes de la casa se acomodan a las partes preexistentes con sus nuevos usos, renovando de paso su carácter y su significado. Como consecuencia, las jerarquías espaciales se subvierten, de manera que el establo es salón de celebraciones y la cocina recibe a las visitas.
Una parte importante del esfuerzo de renovación se ha destinado a la mejora de la eficiencia energética del conjunto. Con el objetivo de conseguir una calificación energética A, se ha mejorado toda la envolvente añadiendo aislamiento a las partes opacas y renovando la totalidad de las carpinterías con perfiles y vidrios de altas prestaciones. Además se han sustituido las instalaciones térmicas para conseguir mayor eficiencia mediante la aerotermia. Para la entrada principal, se abre una puerta a la calle que lleva a la plaza, y se dispone un vestíbulo con doble altura y escalera como los de algunas casas que se construían el pueblo hasta los años 50. Para la barandilla se ha tomado como referencia la de la escalera del edificio Casa Chitarrini (1950) de Mario Ridolfi, así como la actual línea de mobiliario Palissade de Ronan & Erwan Bouroullec, por encontrar en ellas la huella de una tradición artesana común.
Algunos de los acabados o elementos decorativos más nobles que había en la parte de la antigua vivienda se han extendido por el resto de las estancias, de manera que son un motivo reconocible que ayuda a integrar eficazmente el nuevo conjunto. Así, los pavimentos hidráulicos o las lámparas de araña han colonizado otras zonas, añadiendo una ambigua nobleza a los antiguos espacios productivos. Con el mismo fin, los colores del pavimento original se han difundido en los nuevos suelos, los techos y las paredes, amplificando la huella de lo preexistente.