
Condicionado por limitaciones geométricas de la parcela y en búsqueda de un volumen optimizado desde el punto de vista energético, el nuevo espacio realizado por el equipo de Valdivieso Arquitectos responde a una clara disposición vertical, que se organiza interiormente alrededor de una estufa de leña situada en el centro. Ejecutado principalmente mediante un sistema constructivo en seco, el proyecto se completa con un altillo superior que acentúa su condición de observatorio del paisaje.
En contraste con la casa antigua, el volumen se configura como un cascarón sutilmente adosado a la fachada norte de la casa de campo. Los amplios planos de vidrio que interrumpen la superficie ciega introducen luz natural de manera uniforme y posibilitan las vistas al entorno natural próximo. Como un gran ojo de cíclope, el pabellón de invierno se asoma a las nevadas cumbres de la Sierra de Gúdar.

Ampliación y reforma de vivienda unifamiliar por Valdivieso Arquitectos. Fotografía por Imagen Subliminal (Miguel de Guzmán + Rocío Romero).
Descripción del proyecto por Valdivieso Arquitectos
«El eco de las historias duerme en las chimeneas».
Rafael Sánchez Ferlosio, Industrias y andanzas de Alfanhuí, 1951.
Dispositivo climático
Situado a una altura aproximada de 1400 metros en una solana de cierta inclinación de la Sierra de Gúdar (Cordillera Ibérica) enfrentada a una llanura aluvial, y sometido a un clima de montaña caracterizado por inviernos fríos (nevados), veranos suaves (secos) e intensas oscilaciones térmicas, el proyecto plantea la extensión de la zona pública de una vivienda unifamiliar existente —edificada hace medio siglo siguiendo un esquema funcional y una imagen convencional de casa de campo— mediante la construcción de un pabellón anexo que funcionará, además, como espacio dedicado a la caza. Su situación, que posibilita una mayor cantidad de radiación solar a pesar de la abundante vegetación autóctona, determina la forma rotunda y abstracta de un nuevo y contrastado volumen que se gira y abre al sur y al este: un dispositivo climático capaz de aumentar las superficies de captación solar de la vivienda, principalmente usada en invierno.

Cuerpos hermanos
La conexión entre el programa existente y la ampliación se establece a través de la meseta intermedia de la escalera situada en la fachada norte de la antigua vivienda con lo que, obligadamente, la parte ampliada queda elevada, a media altura, sobre la rasante del terreno. Esta circunstancia —que contribuye, además, a contrastar aún más ambos cuerpos— permite, mediante una mínima alteración del terreno, generar un espacio semienterrado porticado de acero bajo el nuevo pabellón (porche) que complementa las posibilidades de uso de un espacio exterior veladamente protegido frente a los vientos. De esta forma, el nuevo espacio proyectado se conecta doblemente con la vivienda existente, a nivel, y con el nuevo porche, mediante una nueva escalera que conecta los dos nuevos niveles. A su vez, dicho porche se abre al espacio libre exterior mediante una rampa escalonada. Así, flotando sobre el terreno, el cuerpo de la ampliación queda configurado como un cascarón tímidamente adosado a la fachada norte de la edificación existente mediante una pasarela.
Construcción en seco
Salvo la cimentanción y la bañera que contiene el porche, realizada en hormigón armado que queda visto, todos los sistemas constructivos del nuevo pabellón son en seco. La envolvente estructural se realiza con paneles de madera contralaminada prefabricada en taller, vista hacia el interior y revestida exteriormente (fachadas y cubierta) con chapa perfilada termolacada montada sobre una capa de aislante que recubre completamente la cara exterior del cerramiento. Por su lado, en oposición a las condiciones materiales de la fachada, la cara inferior del pabellón —contribuyendo a la mejora de las condiciones acústicas, materiales y visuales del porche— se ha resuelto con un falso techo de madera machiembrada pintada in situ descolgada bajo la misma capa aislante.

Espacio heterotérmico
Debido a las limitaciones geométricas de la parcela en su lindero norte (existencia de una rampa compartida con el vecino), así como a la búsqueda de un volumen más optimizado desde el punto de visto energético, el nuevo espacio se configura interiormente con una clara componente vertical alrededor de una estufa de leña situada en el centro; generando un espacio heterotérmico a la manera de las primeras tipologías termodinámicas. Éste incluye un altillo o entreplanta parcial con el fin de facilitar la funcionalidad del uso previsto, estructurar el volumen generado y aumentar su condición de observatorio. La altura libre interior comprimida de la pasarela de conexión entre ambos cuerpos contribuye a reforzar la dimensión vertical del nuevo espacio.
Observatorio
Reforzando la condición abstracta del volumen y su contraste con la casa antigua, el hueco desaparece en favor de un sistema de planos corridos inferiores que recorren las caras este y sur del pabellón —así como una de las caras de la pasarela de conexión con la preexistencia— con el fin de potenciar, además de una mayor captación solar, el diálogo entre ambos cuerpos hermanos, así como la observación de las vistas próximas y lejanas del entorno natural. La cara norte del nuevo volumen, cuya superficie es principalmente ciega, incluye un gran plano de vidrio que introduce luz uniforme en su interior y sirve, a su vez, como gran ojo de cíclope que se asoma a las nevadas cumbres de Valdelinares. En ambos casos, los planos de vidrio incorporan de forma integrada ventanas practicables ciegas de madera que posibilitan la ventilación cruzada.