Hélène Binet explicó parte de esta relación: «Es como ser un músico frente a una gran audiencia. No puedes equivocarte. En ese instante, tienes que ser lo mejor de ti mismo, llevar tu mente a un lugar, para no perder ese momento único»
Hélène Binet ha explicado en muchas ocasiones su apuesta por trabajar con técnicas analógicas, en contraposición a la fotografía digital, de llevar equipo pesado, cargarlo con película cara, de meter la cabeza bajo la tela oscura de una cámara de gran formato, de componer la escena y al final revelar e imprimir los resultados en una habitación oscura.
En esta íntima exposición de alrededor de 90 fotografías, que abarca proyectos de toda la carrera de Binet, pone en primer plano su capacidad para capturar los elementos esenciales de la arquitectura. Varias de las obras están impresas a mano en blanco y negro en su estudio del norte de Londres, utilizando una cámara analógica y una película. Las imágenes poderosas y sugerentes de Binet revelan la luz, el espacio y la forma que unen la arquitectura, ya sea el brutalismo de los años 70 o una iglesia de la ciudad del siglo XVIII.
Un punto destacado es una sección centrada principalmente en el trabajo de Binet con Zaha Hadid, con quien estableció una estrecha relación profesional y capturó casi todos los proyectos del difunto arquitecto. Otros edificios destacados incluyen las Termas de Vals de Peter Zumthor, el monasterio de La Tourette de Le Corbusier en Francia y el observatorio Jantar Mantar en la India. El enfoque inquisitivo y contemplativo de Binet se extiende a su trabajo reciente, que incluye un conjunto de Cinco iglesias en Colonia de Gottfried Böhm, o encargada para celebrar el centenario de Jørn Utzon, y su icónica casa Can Lis, no siempre muy conocida, en la isla de Mallorca, España.