Descripción del proyecto por Paulo Moreira Architectures
El apartamento fue renovado durante la pandemia de COVID-19. Esto significó que el proceso de construcción tuvo que adaptarse por razones de seguridad, especialmente porque el lugar no tenía espacio exterior. En el pasillo se instaló una zona de transición de exterior a interior, un pequeño fregadero y un zapatero para fomentar nuevos hábitos domésticos.
El diseño espacial original era "de atrás hacia adelante", con los dormitorios mirando a la calle hacia el sur y la sala de estar y la cocina en la parte trasera del edificio hacia el norte. La distribución se invirtió para hacerlo más funcional: la sala de estar y la cocina se trasladaron al frente del edificio y los dormitorios a la parte trasera.
Las zonas comunes son abiertas y fluidas, y el mobiliario ayuda a definir su función. Los pilares y vigas de hormigón quedaron visibles y pasaron a formar parte de la espacialidad del apartamento. Se puede utilizar una habitación híbrida semiabierta como estudio. Junto a él, hay un aseo y lavadero. Se creó una nueva jerarquía en el área del dormitorio, con un dormitorio pequeño (con un pilar de tamaño desproporcionado), una habitación de tamaño mediano (que podría ser en suite, ya que el baño tiene dos puertas) y una suite principal. La suite, que ocupa el área donde anteriormente se ubicaba la sala de estar, se divide en tres áreas: cama, closet y baño. Una viga de hormigón corre a lo largo de toda la habitación, aportando luz natural a la suite.
Los materiales utilizados en el apartamento son simples y claramente definidos: pavimento de expresiva cerámica, un conductor de calefacción radiante; paredes blancas con textura; una estructura visibilizada mediante el uso de mortero a base de cemento; y bloques de madera de colores claros a intervalos esporádicos que proporcionan una sensación cálida y acogedora.
