Renovación del diseño formal. Casa en Restelo por aspa

Descripción del proyecto por Aspa 

La casa está ubicada en el distrito de Bairro do Restelo y comprende una de las dos viviendas que antes eran casas para dos familias diseñadas por Alexandre Steinkritzer Bastos en 1953.

Las principales obras de renovación realizadas durante las últimas seis décadas han dotado a los dos edificios de naturalezas formales totalmente diferentes, como resultado de lo cual ha resultado imposible identificar una unidad o similitud particular típica de este tipo de edificio. Las sucesivas extensiones, la divergencia de los lenguajes formales y la desalineación de las características geométricas de las dos casas justifican la separación del proyecto de renovación en relación con el edificio adyacente, ya que la restauración de un diseño reflejado requeriría hacer referencia formal al diseño original, que fue ausente aquí.

De este modo, tomando como punto de partida la diversidad de la arquitectura Restelo (del estilo suave portugués al modernismo) y algunas referencias fundamentales de la arquitectura moderna, la casa se ha recontextualizado mediante la aplicación de una lógica de diseño única y el vocabulario formal respectivo. Esta es una rehabilitación que implica una operación meticulosa en la que el edificio se presta tanto a la atmósfera de una arquitectura perdida como a una nueva identidad. Al rediseñar la casa, se creó un ambiente semiológicamente bien definido, adaptado a la narrativa escénica original del distrito e imbuido de una sensación de atemporalidad, que parece anunciar que la casa siempre fue así.

En las alineaciones del nuevo revestimiento de piso plano, las elevaciones altamente racionales y la simetría aparente encuentran un reflejo de una sintaxis formal que atraviesa toda la casa. Los espacios internos están claramente unidos y obedecen a una geometría consistente y una jerarquía funcional firme. Los materiales son perennes y reciben luz natural, creando un diálogo con un vocabulario sucinto de texturas. Y la secuencia de espacios neutros y sobrios expuestos al vacío de los interiores crea una forma de silencio, en la que todos los elementos ocupan sus lugares con serenidad.

Acunado por la robusta y envolvente presencia de los árboles, la terraza en el piso superior domina el Tajo y la mancha verde de Belém, en un paisaje del que la casa, indiferente al paso del tiempo, ahora forma parte.