Veinte Diezz Arquitectos propusieron una estrategia de conservación que potencia la resiliencia de la antigua estructura de la vivienda, reutilizando la mayor cantidad de elementos posible (aproximadamente el 70 % de la estructura existente), lo que permitió reducir los restos de la demolición y, por tanto, su huella de carbono en la nueva construcción.
Para su ejecución, se optó por una cuidadosa paleta de materiales y texturas locales, evocando serenidad y continuidad con el entorno: tonos naturales, hormigón y vigas a la vista, que se convierten en protagonistas de la imagen espacial interior y establecen, además, un vínculo con las técnicas de construcción tradicionales.
Casa Vistalcielo ilustra la manera en que este tipo de intervenciones arquitectónicas a pequeña escala son una alternativa más sostenible de revitalización y restauración de las ciudades. La propuesta —que integra una serie de jardines, un núcleo social (cocina y sala de estar), un patio central y habitaciones— revitaliza una arquitectura olvidada de Mérida, posibilitando una experiencia de vida calma que se adapta a las necesidades contemporáneas.

Vistalcielo por Veinte Diezz Arquitectos. Fotografía por Manolo R. Solís.
Descripción del proyecto por Veinte Diezz Arquitectos
Vistalcielo es una rehabilitación arquitectónica de 155 m², realizada por Veinte Diezz Arquitectos en 2024, en el centro histórico de Mérida, Yucatán. Diseñado como una vivienda vacacional, el proyecto reimagina una casa abandonada desde hace mucho tiempo mediante una serie de patios al aire libre y módulos cerrados, equilibrando la continuidad con la intervención. La nueva distribución prioriza la luz natural, la ventilación y la honestidad de los materiales, a la vez que conserva la mayor parte posible de la estructura original.
Contexto y concepto del proyecto
Ubicada en un estrecho terreno urbano de 5 x 31 metros, la casa existente se encontraba en estado de abandono estructural, con techos derrumbados y vegetación descuidada. En lugar de demoler la casa, los arquitectos propusieron una estrategia minimalista y respetuosa: conservar los muros históricos de mampostería, introducir la luz a través de patios y tragaluces, y organizar la casa en seis volúmenes distintos: tres cubiertos y tres abiertos. Esta distribución genera transparencia visual, ventilación cruzada y una experiencia fluida entre el interior y el exterior.
Estrategia espacial y ambiente
Desde la calle, se despliega una secuencia de espacios: jardín de entrada, núcleo social (cocina y sala de estar), patio central, suite de invitados, jardín trasero con piscina y la suite principal en la parte trasera. El patio central se convierte en el corazón de la casa, no solo organizando la circulación, sino también actuando como elemento de refrigeración pasiva. Muros curvos, patios y conexiones al aire libre garantizan la iluminación y ventilación natural de cada área, ofreciendo ambientes cambiantes a lo largo del día.
Materialidad y decisiones constructivas
Una paleta sobria de materiales y texturas locales define la intervención. Los acabados principales incluyen revoque de cal en tonos naturales y hormigón estriado a mano en las zonas húmedas. La mampostería original se estabilizó y reutilizó siempre que fue posible. Las nuevas losas de la cubier
ta se dejaron a la vista, dejando al descubierto sus estructuras de vigas como un guiño a los tradicionales rollizos de madera. Cada volumen de baño incluye una claraboya en forma de medialuna que enmarca una vista directa del cielo.
Las rejas de acero se pintaron en el tono original de la casa —un suave azul cielo—, mientras que las zonas pavimentadas combinan piedra regional y un paisajismo minimalista para evocar calma y continuidad.
Reutilización adaptativa y sostenibilidad
Se conservó aproximadamente el 70% de la estructura original, lo que redujo significativamente los residuos de demolición y la huella de carbono de la construcción. Las estrategias de diseño pasivo del proyecto —que incluyen ventilación natural, sombreado y materiales de bajo consumo energético— contribuyen a un enfoque sostenible, tanto ambiental como culturalmente.
«En lugar de crear una casa nueva, quisimos recuperar la que ya existía, revelando su potencial a través del ritmo de los patios, las curvas y la luz».
Arquitecto José Luis Irizzont Manzanero.
Vistalcielo es un ejemplo de cómo las intervenciones arquitectónicas a pequeña escala pueden ofrecer alternativas significativas a la demolición. Al equilibrar la restauración y la reinterpretación, el proyecto revitaliza un rincón olvidado del patrimonio arquitectónico de Mérida, ofreciendo una experiencia de vida serena y contemporánea, arraigada en el lugar.