El proyecto de Atelier Matteo Arnone, plantea una interesante forma de relacionase con el paisaje, una maquina de vientos que absorbe tanto la brisa marina como los vientos que acarician las dunas de este territorio. Utilizando una doble geométrica para crear la vivienda, por un lado un cuadrilátero que aloja espacios híbridos entre patios, interiores y exteriores, y por otro un núcleo central que se eleva por encima del anterior y en el que se sitúa el programa funcional de la vivienda.
Un aspecto importante tanto en planta como en alzado en su disposición para captar la ventilación natural que sopla fundamentalmente desde el este. La disposición de la vivienda, y su muro permeables recogen y reducen el viento para introducirlo en los espacios de la casa.
Casa Attico por Atelier Matteo Arnone. Fotografía por Federico Cairoli.
En planta baja se sitúan en las cuatro esquinas los dormitorios abiertos a patios cuya geometría facilita que todos estén ventilados por igual. En la intersección de estos patios se encuentra el centro de la vivienda, una torre donde se sitúa la cocina, comedor, espacios que se conectan a través de un óculo con la planta superior, donde se encuentra un despacho y una sala de estar.
El viento asciende entre las dos capas de ladrillos que componen la estructura de las paredes de la torre, creando una ventilación natural a través de la fachada. El proceso de ascensión acentúa la sensación de tener una relación intima con la naturaleza, llegando a coronarse en la cubierta con un mirador para admirar el paisaje.
Casa Attico por Atelier Matteo Arnone. Fotografía por Federico Cairoli.
Descripción del proyecto por Atelier Matteo Arnone
En el noreste de Brasil, a orillas de São Miguel do Gostoso, creada con dos cosas ligeras: el viento y las nubes, se alza la Casa Attico, un proyecto de Atelier Matteo Arnone.
El interés en la morfología, en el paisaje y en las fuerzas del viento generó en el arquitecto la voluntad de imaginar una nueva respuesta y una solución arquitectónica completamente innovadora. Así, el núcleo del edificio se eleva lo suficiente de las dunas para ver el mar, convirtiéndose en un punto de referencia en el paisaje.
Observando tanto las secciones como las plantas de la casa, se comprende la intención del proyecto para captar la ventilación natural que sopla durante todo el año desde el este y dirigir la ventilación a cada espacio de la casa. En la planta baja, la casa está proyectada como si fuera una máquina de viento. Desde el lado este, el viento entra por los patios y circula geométricamente según la forma de los muros, rompiendo la fuerza del viento y ventilando los cuatro dormitorios simétricos. En el nivel de la torre, el viento asciende entre las dos capas de ladrillos que componen la estructura de las paredes de la torre, creando una ventilación natural en la fachada.
La cocina situada en el centro da a cuatro patios diferentes y controla desde su posición la planta baja con espacios simétricos, creando el corazón de la casa y su núcleo vital. La cocina está visualmente conectada con el primer piso a través de una apertura circular hacia la sala de estar y la oficina. Cuanto más subimos, más sentimos esta sensación privada de estar aislados en medio de la vasta naturaleza, hasta llegar al último piso, donde se encuentra un pequeño espacio para admirar el paisaje.