La solución planteada por Gabriel Gallegos Borges se compone de un volumen principal en una sola planta, en la que están organizadas, según dos accesos, todas las funciones. El acceso principal es para visitantes y se realiza a través de un gran pórtico de entrada desde una pequeña plaza ajardinada que conecta con el Camino del Cementerio. La segunda entrada es el acceso para el personal del centro, vinculado a un aparcamiento privado.
Un aspecto fundamental del proyecto son sus patios. Estos organizan formal y funcionalmente el centro con el objetivo de facilitar los flujos de movimiento de manera óptima hacia las diferentes partes del programa funcional. Además, aportan luminosidad y transparencia a los espacios con los que están conectados. Dos de ellos funcionan como invernaderos traslúcidos, con lamas orientables de protección solar que suponen una mejora en la sostenibilidad y el rendimiento energético del edificio.
En cuanto a los materiales, se utilizó ladrillo caravista en los muros de la parcela, así como en la parte baja del cerramiento, que cambia a un acabado de revoco en su parte superior. También se han hecho más permeables algunas zonas del perímetro mediante vallados de tablones y rollizos de madera.

Centro de salud «La Magdalena» por Gabriel Gallegos Borges. Fotografía por Gabriel Gallegos Alonso.
Descripción del proyecto por Gabriel Gallegos Borges
El Centro de Salud se localiza en el antiguo Prado de La Magdalena, en una parcela junto al Camino del Cementerio del Carmen, camino tradicional bordeado por cipreses, imagen apacible y de lento discurso que se viera hace años interrumpido por la ejecución de la ronda interior de la ciudad.
La morfología y dimensión de la parcela determinaron la realización de una edificación extendida sobre una planta rectangular, de una sola altura, con claro dominio de la dimensión horizontal que expresa la voluntad de una serena inserción del edificio en su contexto.
El acceso principal al Centro de Salud se realiza desde el Camino del Cementerio, a través de una plazuela, espacio estancial ajardinado que configura la amable antesala del centro sanitario. La entrada está visiblemente señalada por un amplio espacio cubierto, un pórtico que, a modo de singular apéndice, sale al encuentro del visitante.
Los accesos del personal del Centro y de la Base de Emergencias se realizan en el extremo noroeste de la parcela, donde se localiza el aparcamiento de uso restringido para vehículos del personal sanitario y las ambulancias de Emergencias.
El Centro de Salud se organiza formal y funcionalmente mediante la inserción de cuatro patios que, además de facilitar la distribución del programa funcional, son responsables de la configuración espacial del edificio aportando luminosidad y transparencia a su espacio interior.
Además, dos de los patios funcionan como invernaderos cuya cubrición traslúcida y lamas orientables de protección solar, que resaltan sobre el plano inclinado de cubierta, permitirán atemperar el aire interior de acuerdo con la época estacional, lo que supondrá una sostenible mejora y rendimiento energético de las instalaciones de climatización situados en la cabecera de los patios bajo el espacio bajo-cubierta que facilita la pendiente de la cubierta.
Los patios son, pues elementos protagonistas en la configuración del Centro de Salud, espacios cotidianos, tradicionales cuya capacidad compositiva nos ayuda a resolver adecuadamente el proyecto consiguiendo la creación de una ambientación amable, de bienestar, para los usuarios del Centro de Salud. La parcela, en su perímetro, queda delimitada por muros de fábrica de ladrillo con las parcelas vecinas y por vallados, más permeables visualmente, de tablones y rollizos de madera en sus límites con las calles colindantes, cuyo agreste carácter desea evocar el campo, el antiguo espacio rural de huertas que fuera el Prado de La Magdalena, ahora ya inserto en el medio urbano.