Memoria del proyecto
En un paisaje marcado por el trazado geométrico regular de viñedos y olivares, se sitúan la antigua hacienda y la nave de la bodega, únicas construcciones en el entorno natural desde el que se perciben ya las estribaciones de la sierra de Cazorla. Encontrar una solución para los nuevos usos implica entreverar la arquitectura rural del cortijo y la industrial de la bodega con la ampliación que quiere dar una imagen arquitectónica unitaria al conjunto.
Partiendo de la organización de la hacienda dispuesta en U alrededor de un espacio abierto, se desliza en su interior la nueva pieza construida en forma de estrella irregular de cuatro brazos que enlaza las nuevas intervenciones y recorridos sin tocar los viejos muros encalados. Así, el germen de la intervención es el umbráculo que se sitúa en el patio del cortijo como lugar de estancia y conexión entre los distintos usos y la bodega, enlazando el conjunto de piezas construidas y espacios libres, extendiendo sus brazos desiguales hacia la entrada, restaurante, hotel y hacia la ampliación de la bodega que envuelve la nave existente.
El espacio queda organizado en cuatro partes de altura variable que se articulan en el centro a través de un patio pequeño en el que hay una fuente pentagonal.
Texto.- ParedesPedrosa arquitectos.
CRÉDITOS.-
Programa.- Bodega, restaurante, hotel para 36 habitaciones, spa, rehabilitación de la antigua finca.
Situación.- Finca Marisánchez. Carretera Valdepeñas/Cózar km 12.8.
Arquitectos.- Ángela García de Paredes. Ignacio G. Pedrosa.
Fechas.- 2004 (proyecto), 2005-2007 (construcción).
Superficie.- Nueva planta 8.232 m². Rehabilitación 1.862 m².
Equipo.- Alvaro Rábano, Alvaro Oliver, Andrea Franconetti.
Arquitecta in situ.- Teresa Díaz.
Interiorismo.- Quinita Cotorruelo.
Fotografía.- Luis Asín.
Estructura.- GOGAITE S.L.
Constructor.- BANASA. Barroso Nava S.A.
Cliente.- Bodegas Real.