En Madrid se inauguró el pasado noviembre una excelente exposición con dos de aquellos nuevos y brillantes arquitectos, Miguel Fisac y Alejandro de la Sota (todavía se puede visitar hasta el 23 de febrero), dos maestros a los que el tiempo, en lo personal, les hizo pagar sus querencias ideológicas con aquel período.
A Alejandro de la Sota pude visitarle en el año 1991 en su estudio, ahora Fundación (calle Bretón de los Herreros, 66, bajo C), cuando estaba preparando un artículo como subdirector en la revista Espíritu Nuevo. Entonces ya tenía muchos achaques, pero fue un placer poder escuchar sus palabras sobre uno de sus últimos proyectos, los juzgado de Zaragoza. Recuerdo cómo su mujer llamaba desde la vivienda para que subiese a comer y tomarse las medicinas, la persona que le ayudaba a moverse insistía y él igualmente insistía en continuar explicando y hablando del proyecto. Fue un maestro, también un apasionado por la arquitectura y lo sabía transmitir.
Todo lo que tocaba se convertía en arquitectura, desde las conocidas dos horquillas del moño de su mujer para hacer una espléndida silla, hasta las caricaturas de compañeros, amigos y alumnos que dibujaba a mano en cualquier papel, desde un sobre a un papel de croquis, cualquier soporte era bueno para realizar aquellas caligrafías elementales, nítidas y certeras.
Esta afición menos conocida de Alejandro de la Sota podemos verla ahora recogida en un estupendo libro de Ediciones Asimétricas, con prólogo de José Manuel López-Peláez, un libro que os recomendamos, por el que felicitamos a sus editores y que no debería faltar en ninguna biblioteca.
Descripción de la editorial.-
.../... No tan conocida es la afición que el maestro cultivó toda su vida con verdadero gozo y constancia: dibujar caricaturas de aquellos que le rodeaban.
El análisis certero de la figura hasta lograr la destilación de sus rasgos característicos y el posterior trazado resuelto y ágil de las líneas más reveladoras de la fisionomía se encuentran muy próximos, en realidad, al planteamiento que hay detrás de su quehacer arquitectónico. La reducción significativa de un rostro a su caligrafía elemental y la delicada purificación de sus edificios hasta quedarse con su sustancia medular surgen de la raíz común del dibujo entendido como herramienta suficiente de escrutinio y expresión, hasta tal punto que en alguna ocasión llegó a preguntarse a sí mismo: “¿Es éste el edificio o es su caricatura?”
CRÉDITOS.-
CARICATURAS. ALEJANDRO DE LA SOTA
Editorial.- Ediciones Asimétricas.
ISBN.- 978-84-939327-7-0.
Formato.- 13 x 21 cm.
Páginas.- 128.
Encuadernación.- RÚSTICA CON SOLAPAS.
PRÓLOGO DE JOSÉ MANUEL LÓPEZ-PELÁEZ.
PVP.- 24€ (iva incluido).