Como Moisés cruzando el Mar Rojo. Experiencia en el estanque de Bokrijk por Lens°ass Architecten

Una de las rutas de la red ciclista de Limburgo de Bélgica (con 2.000 kilómetros de senderos), conocida como una provincia pionera e innovadora en el cicloturismo, y proyectada por Lens°ass Architecten. Es conocida por atravesar un estanque bajo el nivel del agua, situada a ambos lados a la altura de los ojos, generando la sensación de «andar en bicicleta por el agua» y crear un delicado equilibrio entre ecología y turismo.

El sendero, apto para ciclistas y caminantes, tiene más de 200 metros de largo y 3 metros de ancho. Según comentó Bart Lens (que dirige el estudio Lens°Ass Architects): «La idea surgió durante un viaje de estudios a Noruega. Allí, una delegación de Tourismo de Limburgo se inspiró en las rutas panorámicas noruegas: sofisticadas rutas de viaje por carretera»

La intervención se completa con una serie de edificios al borde del complejo del estanque que están proyectados como puntos de observación/información para transmitir a los visitantes la historia educativa/histórica en torno a Wijers.

En la zona occidental de los estanques de Bokrijk, que forma parte de las zonas europeas protegidas Natura 2000, se están realizando inversiones para mejorar ecológicamente el paisaje de los estanques existentes.


Ruta en Bokrijk por Lens°ass Architecten. Fotografía por José Juan Barba.

Contexto
Bokrijk es un parque de 550 hectáreas que forma parte del extenso paisaje de estanques de De Wijers, una zona única rica en agua con más de 1.000 estanques. El proyecto es parte de las acciones constantes realizadas para recuperar la economía de Limburgo, tras el cierre de las minas de carbón en 1995, formando parte de una acción más reciente: «Plan de acción estratégico Limburg in het Kwadraat»: activada para reactivar la zona tras el cierre de la fábrica de automóviles Ford Genk en 2014. Un conjunto de acciones que las han convertido en un importante motor de la economía del ocio.

Historia
La zona del estanque de Bokrijk debe su aspecto actual a la interacción centenaria entre el hombre y la naturaleza. La piscicultura comenzó en el siglo XIII bajo el impulso de la Abadía de Herkentode. "Wijer" es el antiguo nombre de una granja en la que se cultivaban peces.

Históricamente, estos estanques se crearon esencialmente para la pesca de carpas. Este pez se cosechó drenando los estanques en octubre-noviembre, permitiendo que el agua volviera a entrar en los estanques, en primavera, mediante un ingenioso sistema de tuberías de abastecimiento y drenaje, esclusas y azudes que garantizan el suministro de agua y drenaje de los estanques.


Ruta en Bokrijk por Lens°ass Architecten. Fotografía por José Juan Barba.

El nivel del agua de estos estanques se puede regular de forma controlada y establecer diferentes niveles de manera individual. Por un lado, llenando los estanques con agua procedente del Zusterkloosterbeek y, por otro, drenando el agua mediante la apertura de un sistema de distribución de aguas en la parte trasera del estanque, también llamado monje. Una vez que el agua ha pasado por delante del monje, se desvía de nuevo al Zusterkloosterbeek a través del canal inferior.

Hasta la segunda mitad del siglo pasado, se creaban represando un pantano o excavando turba o arenisca. En ocasiones, determinados estanques quedaban fuera de uso para convertirlos en campos de heno, tierras de cultivo o bosques.

Además de un paisaje cultural, Wijers es también un paisaje natural, un auténtico vivero de muchas especies animales típicas que dependen del medio acuático, como el avetoro, la perra y la ranita arborícola, especies que se habrían extinguido sin la existencia de este «criadero acuático». Es esta combinación de naturaleza, paisaje y cultura lo que hace que la región sea tan única.