El segundo elemento espacial se articula con seis armarios de roble pintados en blanco, que organizan el acceso a los dormitorios y al aseo.
El suelo se soluciona con un único material cerámico, una pieza girada a 45 grados que intenta expresar su independencia de los demás elementos. Al fondo de la vivienda se encuentra un espacio en forma de “T” enmarcado por grandes entradas de luz natural, mediante ventanales que dan al principal bulevar de la ciudad.
Descripción del proyecto por Hanghar
El proyecto consiste en la renovación de un apartamento de 160m2 en un edificio de los años cincuenta del sur de España. El edificio, la primera construcción en altura de hormigón armado de la ciudad, estaba realizado con materiales muy pobres lo que llevó a la decisión de demoler el apartamento y reconstruir de nuevo.
Los propietarios, una pareja retirada que quería volver a la ciudad después de décadas viviendo a las afueras, deseaban un espacio que pudiera contener las pertenencias que habían acumulado durante años al mismo tiempo que acoger a familiares y amigos que vinieran de visita.
El misterio y la curiosidad fueron cualidades que jugaron un papel crucial en el proyecto. El almacenamiento de la casa, una serie de muebles lineales, organizan y estructuran el espacio, definiendo un perímetro volumétrico que contiene la expresión material del proyecto. El resultado es un espacio bien delimitado y abierto que niega a expresar el programa permitiendo que ocurran múltiples posibilidades al mismo tiempo.
El apartamento se articula con dos elementos espaciales: seis armarios de roble pintado en blanco que organizan el acceso a los dormitorios y aseo, y dos muebles metálicos, verde oscuro, que actuan simultáneamente de almacenamiento y zona de cocinado. Fabricados con unas delgadas planchas de acero perforado, los armarios esconden y revelan de manera ambigua las posesiones de los propietarios, exponiendo de manera desintencionada elementos de cocina, prendas de vestir, productos de limpieza o libros.
Los materiales utilizados son sencillos pero directos. El suelo se soluciona con una única pieza de 10x60, girada 45 grados a fin de expresar su independencia de los demás sistemas. Al final de la vivienda, un espacio en “T” contiene el área más pública, definida por grandes ventanales que dan al principal bulevar de la ciudad y permiten una gran iluminación natural.