1. El origen
José y Raquel: Tras estar indagando sobre vosotros, no hemos sido capaces de encontrar mucha información al respecto, pero parece que os conocisteis en Barcelona, en el máster de paisaje (MAP) de la ETSAB. ¿Qué os llevó a estudiar este campo de la arquitectura? Y dado que en el caso francés, Paisaje y Arquitectura son carreras diferentes, Michèle ¿qué es lo que te incitó a ir al máster de Rosa Barba en la ETSAB?
Michèle: Estudié arquitectura en Francia, y tras esto estuve dando clases de urbanismo en el máster de «Arquitectura, Urbanismo, Medio Ambiente y Paisaje». Hablaba mucho de paisaje, pero nunca había tenido una formación sobre ello.
Miquel: El máster duraba dos años, y cuando yo entré ella (Michèle) se encontraba en su segundo año académico, pero ya daba clases en el mismo. Era estudiante y me hacía de profesora.
Ambos tenemos estudios en arquitectura, pero en mi caso no sé muy bien por qué entré a paisaje… estaba aburrido y trabajando, pero lo dejé en aquel momento, vi que había un buen nivel de profesorado en este máster. No poseemos la tradición paisajística de Versalles, por ejemplo, aquí el paisaje se enseña desde la óptica del arquitecto.
Michèle: Aquí había una idea de tratar el paisaje a gran escala, algo que no se veía en otros sitios. Me atraía la manera de tratarlo en consonancia con el urbanismo y el espacio público.
J y R: ¿Y finalmente cómo surgió vuestra colaboración, qué hizo que decidierais crear vuestro propio estudio?
Miquel: Coincidíamos en clase, comenzamos colaborando en un concurso y nos gustó la manera de trabajar juntos. Decidimos montar un estudio juntos y ha funcionado, llevamos ya 27 años (desde 1996).
The Dark Line por Michèle & Miquel y dA VISION DESIGN. Fotografía por LU Yu-Jui, Michèle & Miquel.
2. Lo sensible
J y R: A raíz de este inicio de vuestra colaboración, hemos estudiado vuestra carrera profesional y hemos querido ir ligándola para llegar finalmente a uno de vuestros últimos proyectos. Empezamos con una temática que nos ha llamado la atención, que es la sensibilidad que tenéis hacia el paisaje y cómo lo tratáis.
Por ejemplo, en la «Plaça Cap Roig» (2005, en L’Ampolla, Tarragona), nos ha llamado la atención la sensibilidad que habéis tenido a la hora de afrontar el proyecto. Aquí, vosotros excaváis un vacío en la plaza ensalzando la vegetación existente en contraposición al entorno que lo que hicieron fue precisamente lo contrario, una tabula rasa con el paisaje para construir una serie de bloques residenciales. ¿Qué os hizo llegar a tomar esas decisiones para llegar a ese resultado?
Michèle: El proyecto se desarrolla con un toque irónico, incluso político. El urbanista que comenzó el proyecto no tenía en cuenta la topografía existente, para él era un plano recto sobre el que poner sus edificios. No había sensibilidad con el paisaje en esta época. Había que entrar con mucho cuidado. Esta idea de que hacemos justo lo contrario a lo que tenemos, con un tono más que irónico, rabioso.
Parque de las Aguas en Figueras por Michèle & Miquel. Fotografía por Imma Jansana.
J y R: En estos primeros trabajos se empiezan a apreciar ideas que os van a acompañar a lo largo de vuestra obra como son los conceptos de adaptabilidad y sensibilidad con el entorno preexistente. En una entrevista publicada por «Bureau Français Du Taipei», Miquel hace referencia a la película «Zelig» de Woody Allen de 1983 en referencia a otro proyecto, pero usándola como analogía para argumentar que la arquitectura debe adaptarse al entorno igual que lo hacía el protagonista. ¿Qué metodología utilizáis para adaptaros al entorno en vuestros proyectos? ¿Esta arquitectura mimética es una estrategia que intentáis reflejar en vuestros proyectos?
José y Raquel: Tras estar indagando sobre vosotros, no hemos sido capaces de encontrar mucha información al respecto, pero parece que os conocisteis en Barcelona, en el máster de paisaje (MAP) de la ETSAB. ¿Qué os llevó a estudiar este campo de la arquitectura? Y dado que en el caso francés, Paisaje y Arquitectura son carreras diferentes, Michèle ¿qué es lo que te incitó a ir al máster de Rosa Barba en la ETSAB?
Michèle: Estudié arquitectura en Francia, y tras esto estuve dando clases de urbanismo en el máster de «Arquitectura, Urbanismo, Medio Ambiente y Paisaje». Hablaba mucho de paisaje, pero nunca había tenido una formación sobre ello.
Miquel: El máster duraba dos años, y cuando yo entré ella (Michèle) se encontraba en su segundo año académico, pero ya daba clases en el mismo. Era estudiante y me hacía de profesora.
Ambos tenemos estudios en arquitectura, pero en mi caso no sé muy bien por qué entré a paisaje… estaba aburrido y trabajando, pero lo dejé en aquel momento, vi que había un buen nivel de profesorado en este máster. No poseemos la tradición paisajística de Versalles, por ejemplo, aquí el paisaje se enseña desde la óptica del arquitecto.
Michèle: Aquí había una idea de tratar el paisaje a gran escala, algo que no se veía en otros sitios. Me atraía la manera de tratarlo en consonancia con el urbanismo y el espacio público.
J y R: ¿Y finalmente cómo surgió vuestra colaboración, qué hizo que decidierais crear vuestro propio estudio?
Miquel: Coincidíamos en clase, comenzamos colaborando en un concurso y nos gustó la manera de trabajar juntos. Decidimos montar un estudio juntos y ha funcionado, llevamos ya 27 años (desde 1996).
The Dark Line por Michèle & Miquel y dA VISION DESIGN. Fotografía por LU Yu-Jui, Michèle & Miquel.
2. Lo sensible
J y R: A raíz de este inicio de vuestra colaboración, hemos estudiado vuestra carrera profesional y hemos querido ir ligándola para llegar finalmente a uno de vuestros últimos proyectos. Empezamos con una temática que nos ha llamado la atención, que es la sensibilidad que tenéis hacia el paisaje y cómo lo tratáis.
Por ejemplo, en la «Plaça Cap Roig» (2005, en L’Ampolla, Tarragona), nos ha llamado la atención la sensibilidad que habéis tenido a la hora de afrontar el proyecto. Aquí, vosotros excaváis un vacío en la plaza ensalzando la vegetación existente en contraposición al entorno que lo que hicieron fue precisamente lo contrario, una tabula rasa con el paisaje para construir una serie de bloques residenciales. ¿Qué os hizo llegar a tomar esas decisiones para llegar a ese resultado?
Michèle: El proyecto se desarrolla con un toque irónico, incluso político. El urbanista que comenzó el proyecto no tenía en cuenta la topografía existente, para él era un plano recto sobre el que poner sus edificios. No había sensibilidad con el paisaje en esta época. Había que entrar con mucho cuidado. Esta idea de que hacemos justo lo contrario a lo que tenemos, con un tono más que irónico, rabioso.
Parque de las Aguas en Figueras por Michèle & Miquel. Fotografía por Imma Jansana.
J y R: En estos primeros trabajos se empiezan a apreciar ideas que os van a acompañar a lo largo de vuestra obra como son los conceptos de adaptabilidad y sensibilidad con el entorno preexistente. En una entrevista publicada por «Bureau Français Du Taipei», Miquel hace referencia a la película «Zelig» de Woody Allen de 1983 en referencia a otro proyecto, pero usándola como analogía para argumentar que la arquitectura debe adaptarse al entorno igual que lo hacía el protagonista. ¿Qué metodología utilizáis para adaptaros al entorno en vuestros proyectos? ¿Esta arquitectura mimética es una estrategia que intentáis reflejar en vuestros proyectos?
[Nota: En la película, el personaje modificaba su apariencia para adaptarse al medio en el que se desenvuelve].
Miquel: No sé si lo vemos como una estrategia, pero casi siempre nos encontramos haciendo de Zelig, vemos que la manera más inteligente de intervenir es prestar atención al lugar. No es una receta, depende de dónde actúes, siempre hay que ser humilde con lo que ya estaba, no tratar de imponer lo nuestro. Somos muy receptivos a lo que vemos.
También, hay una parte de incapacidad de intentar algo diferente. Esta receptividad con el lugar es absolutamente necesaria para anclarnos y no partir de cero. Necesitamos acogernos a lo que hay y casi reproducirlo de una forma diferente. Se suma una parte de sensibilidad con lo existente, de saber captar aquello que realmente vale la pena. Y, por otro lado, incapacidad de hacer otra cosa, al menos en mi caso.
Michèle: Creo que es ridículo no prestarle atención. Tu generas una huella, unos residuos. Si tu expresas lo que sientes con el lugar, debes adaptarte a él. No buscamos el objeto en sí, la forma, sino la manera de actuar. Siempre buscamos ligarnos al lugar.
El Recinto Ferial en Treffort por Michèle & Miquel. Cortesía de Michèle & Miquel.
3. El paseo
J y R: Siguiendo por el camino de «adaptabilidad» llegamos al proyecto «Gorges du Mondony», en Francia. En esta obra se ven procesos de acercamiento al territorio que más tarde vais a repetir en otros proyectos. Aunque estemos en Francia, nosotros hemos detectado que se empiezan a manejar unos conceptos, que pueden ser intencionados o no, relacionados con la cultura oriental en la que más tarde vais a adentraros. Por lo que sabemos, en algunos países de oriente se cree que para recorrer y conocer una montaña no se tiene que escalar a la cima, sino que se tiene que rodear.
Ligado a este concepto, proponéis una pasarela a lo largo de un precipicio en la que aparece la idea de camino, como un sendero permeable de tramex de manera que no se pierde la continuidad visual con lo que hay por debajo. Sabiendo esto, ¿Habéis cogido como inspiración en este o en algún otro proyecto, algún elemento o referencia de la cultura oriental?
Miquel: En este caso concreto no, pero las referencias son una cosa que te viene casi sin querer. Tú miras cosas, las registras en tu cabeza y un día te vienen, casi sin darte cuenta. Hay un proyecto que hemos hecho que explicamos con una imagen de Japón, la entrada a la Via Ferrata de Llo, donde la referencia viene de los pórticos de madera que representan el camino al templo (torii).
Estos van apareciendo de manera continuada en el camino al templo, ya que son donaciones del pueblo en honor a sus difuntos, creando al final un gran recorrido a partir de las muertes. Lo bonito es el camino, no el templo al final. Este proyecto lo explicamos de la misma manera, una suma de pórticos, que da acceso a la Via Ferrata.
Michèle: En Mondony, nos encontramos con un acantilado, y estos caminos no son solo orientales, los encontramos en España también (Camino del Rey) donde aparecen piezas frágiles adosadas a la pared de piedra.
Dunas Traseras en Vieux-Boucau-les-Bains por Michèle & Miquel. Cortesía de Michèle y Miquel.
J y R: La adaptabilidad a los límites de la montaña es un concepto bastante interesante, ¿Cómo influyeron los desafíos topográficos en la toma de decisiones?
Miquel: Se presenta principalmente un problema de puesta en obra, de construcción. Paredes verticales, sin acceso. Las pasarelas solo podían colocarse con helicóptero, algo que te condiciona todo el proyecto. Ya te lleva a pensar en elementos prefabricados, que no superen los 800 kg, que sean fáciles de colocar…
Algo recurrente en nuestros proyectos es que solo usamos un material y pensamos su sistema constructivo. Nos gusta la repetición de este sistema, son piezas prefabricadas en taller. Queríamos que fueran ligeras y transparentes para hacer el menor impacto posible. No se corta ni una pieza, son elementos modulares que se colocan superponiéndose entre sí y dibujando el perfil geométrico de la roca, intentando acercarse lo máximo a esta y sin modificar los módulos.
Michèle: En este, como en otros proyectos, nos llama mucho la atención cómo contrastan una geometría existente rigurosa y otra que se impone. Las piezas no se cortan, sino que se van configurando para acercarse a la roca, creando una relación de contraste entre dos elementos que no llegan a conjugar del todo, dando como resultado cosas muy interesantes.
Plaza de la abadía en Mas d'Agenais por Michèle & Miquel. Fotografía por Vincent Boutin.
4. El detalle urbano
J y R: Justo este juego geométrico del que habláis lo vemos también «Port - Vendres, Occitania», al sur de Francia. Aquí empleáis una estrategia acorde con el entorno urbano, pero a su vez más paisajística que arquitectónica, pues es un tratamiento del pavimento donde las piezas son dinámicas en planta y en altura como si fuera un jardín de baldosas.
¿Cómo llegáis a la conclusión de tratar un espacio totalmente antropizado como si fuera un paisaje natural? ¿En qué consistió la labor del diseño en este proyecto y cómo lo adaptasteis a la narrativa del paisaje?
Michèle: Esta calle está al borde de una ciudad y lleva al puerto. Se puede decir que es como muy caótica, no tenía una geometría regular por lo que volvemos a repetir el sistema geométrico y nos decidimos a poner un pavimento paralelo. Hacemos que se encuentre con una geometría más ondulada, más orgánica, más en común con la ciudad medieval y ver ese confrontamiento entre los dos sistemas. Esto permite economizar mucho en el material y en la puesta en obra. De aquí nacen muchos detalles que después dan mucho juego.
Miquel: Sí, en este caso partimos de una piedra que viene ya cortada de fábrica con unas medidas de 40 cm y se encuentran con otras las cuales las medidas empiezan a ser variables. Cuando llega el encuentro del giro en la calle, se nos hace muy difícil porque cada pieza es diferente a la siguiente y puestos a jugar, esta regla nos implica a tener que adaptarte a situaciones diferentes.
Lo interesante es qué haces con esta regla cuando la situación que te funcionaba ahora ya no lo hace y te tienes que adaptar porque puede producirte un dibujo mucho más rico y complejo.
Michèle: Bueno, pudimos ver después que todos estos miles de detalles que editaron la riqueza de esta especie de tejido. Estos pavimentos fueron casi un trabajo como de costura, como cuando coses una manga o un cuello, haces un recorte y van intentando hacer una costura bonita. Es un poco lo mismo.
The Dark Line por Michèle & Miquel y dA VISION DESIGN. Fotografía por dA VISION.
5. La materia
J y R: Bueno, este juego de las piezas nos conduce a otro proyecto que también está en la ciudad, pero en este caso, dando más protagonismo al paisaje. Y nos referimos al premiado «Jardín Niel» en Toulouse, Francia. En este Proyecto se podría dar el papel de escultura, a los elementos mobiliarios que hay alrededor del parque, por ejemplo, las puertas de diseño que nunca te cierran la vista al parque interior o a los toboganes que, recurriendo de nuevo a la adaptabilidad, recogen las curvas del terreno.
Por otra parte, también abordáis diferentes escalas al mismo tiempo mezclando arquitectura, urbanismo y paisaje. Pero lo que realmente nos ha llegado a llamar la atención de este proyecto es el sistema de pavimentación que utilizáis. Nos referimos al sistema «Flexbrick» que colocáis como una alfombra, llama la atención, cómo un sistema como este, que se usa básicamente en fachadas, lo habéis utilizado para formar una malla en el pavimento, permitiendo crear vacíos aleatorios que difuminan los límites entre el pavimento y la vegetación. ¿Cómo llegáis a experimentar el material de esa forma ya que es un sistema que se ha utilizado en fachadas? ¿sabíais si iba a funcionar?
Michèle: Este Niel era una plaza de armas, un vacío donde se hacían todos los desfiles militares y había una gran explanada. En esta zona de Toulouse no había jardines y se necesitaba un parque pero nos encontramos unos restos arqueológicos y nos topamos con el problema de que no podíamos plantar. En este caso intentamos ir en el sentido del lugar, pero un poco más allá de lo que encontrábamos dando a entender una forma de un paisaje que suponemos que ha existido pero ya no, entonces lo reinventamos. Como dice un escritor francés:
«El arte es el eco de un pasado que inventamos»
Pascal Quignard.
Es un poco igual que esto, es decir, intentamos guiar lo que hacemos a la historia del lugar, pero finalmente la inventamos. Este lugar estaba en un sitio alto y nosotros queríamos devolver la colina que había antes. Recargar todo este vacío de un tejido con la topografía que recubría toda la parte arqueológica para las generaciones futuras y crear un relieve que a su vez generara un pasillo. Era como una tela que se ondula con el viento y donde a su vez surgían espacios como zonas con camas, de juegos de niños…
Da la idea de que todo es un solo tejido, que todo sea progresivo, desde lo más alto y verde hasta lo más bajo y mineral. Era muy importante que estas fronteras entre lo mineral y lo vegetal fuesen porosas y que la vegetación que crece lo invada, que no exista discontinuidad entre los caminos.
Miquel: En un principio teníamos una propuesta como la de Taiwán con barras de acero, pero realmente queríamos poner un suelo de ladrillo ya que era el material por excelencia que se usaba en Toulouse. El problema era que poner ladrillo a ladrillo en el espacio del que disponíamos era un disparate, además, de que había que hacer una base de hormigón. Pero cuando descubrimos esta malla pensamos que lo deberían de haber inventado para nosotros ya que de un lado pones 800 ladrillos de golpe ya que la malla era de 10 m de largo por 1 metro de ancho. Además, absorbía todas las imperfecciones del terreno, los peraltes, las curvas, se adaptaba perfectamente. También se podían escoger patrones distintos y se fundía con la pradera de la montaña que realmente era lo interesante. Era un solo espacio, una plaza de armas que se entendía como un solo espacio y nosotros lo hemos pervertido totalmente, pero manteniendo ese espacio.
The Dark Line por Michèle & Miquel y dA VISION DESIGN. Fotografía por LU Yu-Jui, Michèle & Miquel.
6. Everything, everywhere, all at once
J y R: Bueno, pues aprovechando que justo habéis mencionado uno de los últimos proyectos que es de «The Dark Line» en Taiwán, un proyecto maravilloso, en el cual creemos que se combinan elementos de todos los proyectos que hemos mencionado hasta ahora de toda vuestra carrera profesional.
Ya que se da pie a la sensibilidad del paisaje, el respecto a la integración ambiental, adaptación en relación con la forma, adaptación al detalle, los límites… además de la influencia oriental en concreto. Se podría comparar con algunos grabados relacionados con la cultura asiática, con estos paisajes que vemos en tinta China y se puede apreciar como cierta similitud. No sabemos si estáis de acuerdo con esto, ya habéis dado a entender un poco que sí, pero ¿creéis que vuestro reconocimiento en Oriente y el hecho de que ese proyecto haya sido seleccionado y galardonado allí, se debe a que entendéis y proyectáis de manera acorde a su cultura? es decir, ¿habéis reconocido la cultura y habéis usado el modo de representación o de actuación que ellos usarían? Y, Por otra parte, ¿cómo conseguís equilibrar esos detalles estéticos con la funcionalidad de la obra?
Miquel: Sí que intentamos ser muy receptivos y normalmente las cosas te salen, por donde no esperas. Tú eres como una esponja, absorbes, miras, ves y cuándo te refieres a estos paisajes de culturas chinescas, realmente lo hemos visto allí en vivo que de repente te cae una tromba de agua, esto hace que te emociones precisamente porque es un paisaje velado y es exactamente igual que en las pinturas. Y después nosotros sí que hemos intentado hacer algo como velado también. Este lugar nos ha impresionado muchísimo, intentamos hacer lo más intuitivo y quedarnos con el primer impacto, te pasas cuatro años intentando que esa sensación se quede y después de todo el trabajo, el cual es una locura, es casi el único objetivo, hacer que se mantenga esa sensación.
La materialidad viene de la idea de recuperar lo que antiguamente era el trazo de una vía de ferrocarril y del querer mirar a través de esta materialidad dejando que se funda e incluso que desaparezca con la vegetación.
Michèle: Es verdad que hay una vegetación esperándote, el agua, la humedad, era muy impresionante para nosotros que no estábamos acostumbrados a esto. Queríamos desaparecer, pero no era nada fácil porque ellos querían hacer cosas y cómo vas hacerlas sin querer hacer casi nada.
Miquel: Reproducimos habitualmente lo que nos hemos encontrado porque vemos que tiene fuerza y que, por lo tanto, nuestra interverción no se sienta, pero se siente. El lugar en si ya tiene personalidad e historia por lo que nosotros no íbamos a imponer la nuestra ya que sí que hay una actitud de respeto o mimetismo o simplemente de intentar reproducir lo que hay, pero de una forma nuestra.
Exposición Mundial de Flora de Taichung 2018-2019 por Michèle & Miquel. Fotografía por LU Yu Jui.
J y R: Bueno, para finalizar, hemos ido viendo que se van recogiendo elementos conceptuales desde el primer proyecto hasta el último. ¿Cómo evolucionan o se transforman estos elementos a medida que se aplican en contextos diferentes? ¿Existe una intención consciente de mantener una continuidad conceptual entre proyectos?
Miquel: Yo creo que esto de «caminante no hay camino, se hace camino al andar» en nuestro caso ha sido así pero ahora, puesto el retrovisor, vemos que sí, que hay cosas que se repiten, solo que cada proyecto es diferente porque cada lugar es diferente, pero sí que hay una manera de hacer que une todos estos proyectos seguro. Hay como un sistema, sí, en todos los proyectos hay un solo material, hay un solo sistema constructivo, hay un solo carecer.
Michèle: El lugar tiene sentido con el material, que tiene sentido con la manera de hacer y con la economía también y esto da la estética final. Inicialmente pretendemos no hacer nada, pero acaban siendo proyectos que tienen mucha fuerza.
Texto por José Moreno y Raquel Altares.