Descripción del proyecto por Atelier-r
Patrimonio cultural
Elevándose por encima del valle de la Puerta de Moravia, el castillo de Helfštýn es el segundo complejo más grande de la República Checa justo después del castillo de Praga. Helfštýn se estableció en el siglo XIV. En 2014, las ruinas del palacio renacentista tuvieron que cerrarse debido a los graves riesgos de seguridad, como la caída de mampostería y la degradación de los restos.
El requisito principal del propietario del castillo; Región de Olomouc, debía renovar el palacio junto con la construcción de un nuevo techo. El Instituto Nacional del Patrimonio insistió en la conservación del edificio en estado de ruina. El techo estaba permitido solo parcialmente y solo podía llegar hasta el nivel de las paredes periféricas.
La planificación del proyecto fue bastante única. El modelo 3D basado en miles de fotografías de un dron nos permitió mapear todos los tipos de modificaciones de yeso y mampostería.
Nuevo concepto
Aspiramos a ir más allá de la tarea de reconstrucción técnica. Nos esforzamos por complementar el edificio histórico con la arquitectura contemporánea que se enfocaría tanto en el uso práctico como en ganar un atractivo estético.
Para sumergir a los visitantes en el desarrollo histórico del palacio renacentista original, insertamos nuevas rutas turísticas en los huecos ya existentes en las ruinas, conectando la planta baja con los niveles superiores del palacio recientemente accesibles.
Los elementos contemporáneos recién agregados son claramente reconocibles en la construcción histórica. Trabajamos con tres materiales básicos, uno para cada nivel del edificio. La cubierta es de vidrio sobre vigas de acero, las escaleras y pasarelas se han realizado en acero corten y los caminos de la planta baja son de hormigón pulido.
Techo de cristal
Los techos de vidrio plano se han insertado entre las paredes de las ruinas. El cielo abierto fue la inspiración clave a la hora de elegir el material para el techo. El uso de vidrio proporciona condiciones perfectas de luz diurna al interior del palacio. Hemos elegido trabajar con el vidrio lijado por un par de razones. Es fácil de mantener y la luz plana dispersa complementa las exposiciones dentro del palacio. El techo de la capilla fue una excepción. El techo de cristal transparente simboliza el cielo de forma bastante literal.
Hemos puesto techo solo en cinco cámaras elegidas. Las pasarelas de corten sirven de techo a las escaleras. Dejamos de lado intencionalmente algunos de los espacios para realzar el espíritu de las impresionantes ruinas y alentar a los visitantes a mirar hacia el cielo.
Pasarelas de Corten
Lo que solía ser un techo ahora se ha convertido en la nueva ruta turística. Estar tan cerca de los detalles de construcción del palacio original y tan alto como la parte superior de los muros permite al público admirar el significado histórico de la vista y las vistas de la región circundante.
Era crucial elegir un material que fuera atemporal. Corten es una aleación de hierro especial que sufre una corrosión, madura y combina con la textura de las antiguas murallas históricas. Además, el castillo de Helfštýn es bien conocido por su tradición en la artesanía del hierro, por lo que tenía mucho sentido elegir corten para trabajar.
Caminos de hormigón
En la planta baja del palacio se colocaron tablas de hormigón pulido de cara vista en áreas específicas para formar una red de plataformas y aceras. Los cantos del pavimento de hormigón se han acabado con perfiles corten rigurosamente rectos. Los huecos entre las aceras y las paredes se han rellenado con grava, que une las texturas y líneas desiguales.
Pasado y presente
Nuestro concepto se basa en el respeto hacia el edificio histórico y persigue un gran esfuerzo por preservar el carácter auténtico del castillo. El palacio obtuvo una atractiva ruta turística que permite a los visitantes aprender sobre la historia del edificio y disfrutar de las pintorescas vistas desde las pasarelas en los niveles superiores del castillo, lo que solía ser un techo. La arquitectura contemporánea no compite con el edificio histórico, más bien crea una unidad cohesionada en la que todos los elementos, antiguos y nuevos, van de la mano.
