El primero, denominado Faire avec, fue en Îles-de-la-Madeleine (organizado por el centro de artista AdMare). La reapropiación de un sitio abandonado, los cimientos de una fábrica de pescado incendiada genera una construcción abierta integrada con el paisaje marítimo. Esta obra es un homenaje a la cultura local de la recuperación y de la construcción vernácula. En efecto, debido a su aislamiento, los isleños construyeron por generaciones a partir de materiales reciclados, las ventanas son especialmente populares entre los auto-constructores. Esta reconstrucción de un símbolo a la economía de las Islas subrayando la inventiva y el ingenio de la población.
El segundo evento, llamado Ancrage, fue en La Pocatière (organizado por el Centro de artistas Tortue bleu). Artículos cotidianos que fueron recogidos y agrupados de manera aleatoria sobre plataformas de transporte son dispuestos en la playa dejando al publico la sensación de que « alguien » acaba de arribar o, al mismo tiempo, esta partiendo. En esta instalación efímera, el artista ha querido evocar la experiencia de esos primeros viajeros que llegaron por río, dejando atrás sus pertenencias. Del mismo modo, los objetos puestos en evidencia se refieren al exceso de las posesiones humanas que a menudo impiden a las personas desplazarse.
El tercero, Les Flâneurs, fue realizado en Rivière-du-Loup (organizado por el centro de artistas Voir à l’Est – Art contemporain). Objetos dispares llenos de historias personales recogidos de la calle y colocados dentro de una estructura realizado con puertas antiguas. La obra evoca un contenedor de memoria, exuberante y desenfrenado, inspirado en el tema del evento - Capturar el momento, ocultar el tiempo.