
El programa original encargado a AmasA Estudio, se limitaba a la rehabilitación del inmueble, que llevaba aproximadamente 10 años abandonado, para ser transformado en una vivienda unifamiliar. Sin embargo, con el objetivo de hacer el proyecto más rentable, los arquitectos optaron por aprovechar al máximo su uso, integrando un apartamento en planta baja, un local comercial en el espacio del garaje, y la casa principal a partir del primer nivel.
El proyecto refleja cómo la integración de elementos contemporáneos puede devolver vida y funcionalidad a las construcciones históricas.
Diferenciándose de modelos tradicionales, la propuesta invierte el modo habitual de organización: las áreas de descanso son ubicadas en el primer nivel, mientras que el área social se eleva al segundo y se complementa con un espacio con abierto con terraza que inunda el interior de luz natural. La incorporación de la luz, principalmente cenital, genera una atmósfera acogedora, que potencia el color verde, elegido como gama cromática elegido para gran de los componentes de la casa: escalera, puertas, barandales, mobiliario y estructura. Al ser acentuados por la luz, los diferentes elementos contrastan armónicamente con el gris de los muros.

Casa Sofia por AmasA Estudio. Fotografía por Zaickz Moz.
Descripción del proyecto por AmasA Estudio
Consiste en la remodelación de una vivienda de los años cuarenta que había sido intervenida en distintos momentos de los cuales la última intervención había sido una adecuación para oficinas.
Se ubica en el corazón de la colonia Roma, a seis cuadras del parque México, en una de las zonas con mayor efervescencia cultural y demanda inmobiliaria de la Ciudad de México. Debido a esto, y a que en muchos casos los terrenos no tienen usos de suelo para ser desarrollados, en la colonia Roma existe una creciente cantidad de casas abandonadas que permanecen como parte de la especulación inmobiliaria.
Debido a esto, el inmueble tenía aproximadamente 10 años sin ser habitado y planteaba el reto de revitalizar su espíritu original, adecuándolo a la época, a la demanda de vivienda en la zona y a demostrar cómo la integración de elementos contemporáneos puede devolver vida y funcionalidad a las construcciones históricas de la zona.

El programa original se limitaba a la readecuación de la casa y su remodelación como vivienda unifamiliar. Pero con el objetivo de garantizar la rentabilidad necesaria que exige la zona y hacer el proyecto factible, se propuso integrar un departamento en planta baja, con la opción de incorporar un local comercial en el espacio del garaje, distribuyendo la casa a partir del primer nivel. Esto permitió poder conservar la casa y aprovechar al máximo su uso, ofreciendo no sólo una vivienda si no un modelo de negocio.
De esta manera, en planta baja, se encuentra el acceso a la vivienda que funciona como vestíbulo para acceder de manera independiente a los tres espacios. A la izquierda se accede al departamento, el cual se compone de una habitación, un baño, sala, comedor, cocina y un patio. A la derecha se accede a este espacio flexible que puede destinarse al uso de un garaje o como local comercial con medio baño según el uso que se requiera. Y al frente se encuentra el tercer acceso, por el que se sube a la propuesta de la casa, aquí el programa se invierte del orden convencional, ubicando en el primer nivel el área privada: un vestíbulo en el que se distribuyen las tres habitaciones con dos baños.

Continuando por las escaleras, a través de una escalera de caracol, en un segundo nivel, se distribuye el área pública donde se encuentran la sala de estar, la cocina, comedor, medio baño y una terraza abierta a todo el espacio. Este nivel es completamente abierto, por su naturaleza, contrasta con los niveles inferiores. La ausencia de muros y elementos verticales hacen que se direccione la mayor cantidad de luz al interior, por medio del gran claro que da hacia la terraza abriéndose en su totalidad por una serie de ventanas plegadizas que permiten abrir completamente el espacio hacia la terraza.
Además, un tragaluz circular enfatiza la circulación vertical e ilumina el recorrido de la casa, integrando la luz natural como un elemento guía que dirige la atención hacia este espacio principal. La luz es principalmente cenital, lo que genera una atmósfera de resguardo e intimidad en los niveles inferiores, una atmósfera respaldada por la gama cromática y los acabados seleccionados.
Un verde para la herrería constituye gran parte de los elementos de la casa: escalera, puertas, barandales, mobiliario y estructura, cuyos reflejos, al ser acentuados por la luz, contrastan armónicamente con el aplanado gris de los muros.