El proyecto de Nizio Design International fue seleccionado entre otras 25 propuestas que se presentaron al concurso para diseñar el Museo de la Familia Ulma en el año 2009. Su propuesta, llena de metáforas, contrasta la idea de "hogar" con sensaciones de amenaza y angustia a través de contrastes de luz, texturas de diferentes materiales y su composición arquitectónica.
Descripción del proyecto por Nizio Design International
En el diseño de este museo la forma no es lo único importante, todos los demás elementos compositivos, como la textura y el material, también lo son, y por ello expresan el contenido de la exposición. Las formas minimalistas y abstractas que se han usado en el museo generan ciertos sentimientos en los visitantes. La forma ascética del edificio es la reminiscencia de una casa. La visión simbólica de la casa, que se asocia con el amor y la seguridad, contrasta gracias a los diseñadores con formas compositivas que expresan la ansiedad y la amenaza. El edificio de hormigón armado tiene fachadas revestidas con chapas de acero corten con una apariencia similar al óxido que se desarrollaría a través del paso del tiempo. El museo está empotrado en el terreno y con los materiales utilizados, se integra con el entorno y se funde con el. Para convertirse en parte del contexto del pueblo y de una historia más amplia, se recuerda a los visitantes la historia y la vida del Markowa de la pre-guerra. No sólo se refiere a la época de la Shoah, sino que también revela la naturaleza inmutable del ser, en contra de las probabilidades del destino y la historia.
La fachada parcialmente vidriada del museo tiene una puerta que ha sido simplificada hasta convertirse en un signo. El interior del museo está en una penumbra iluminada por el resplandor que viene del corazón del edificio, un paralelepípedo de cristal que simboliza la casa de Józef y Wiktoria Ulma, así como los hogares de miles de polacos que arriesgaron sus vidas para ayudar los judios. Los objetos expuestos incluyen el mobiliario original, un taller de carpintería, una colmena, libros, las habitaciones de Józef Ulma y documentos familiares. Dentro de este espacio se muestran proyecciones que llevan al espectador tras las escenas de la vida cotidiana de la pareja y sus hijos. La casa simbólica de la Familia Ulma se alza sobre una subestructura de acero, las paredes están acabadas con cristal de seguridad cubierto de grabados sobre sustrato de la película. La pared en la que se muestran las proyecciones se cubre con una película anti-reflectante. El piso es de tablas de pino con superficies cepilladas y envejecidas.
El recorrido alrededor del museo rodea al paralelepípedo y va a través de 7 secciones temáticas, donde la historia se cuenta a través de artefactos, documentos, fotografías y materiales presentados en el manual y en material multimedia. En el centro de la sala de exposición hay 4 cajas de información en forma de cubos de acero con pantallas táctiles y asientos. Todos los elementos de la exposición están dispuestos de manera que cuentan el pasado común de los polacos y los Judios en el trágico contexto de la guerra. El interior del museo mantiene una poética simple y monumental de muros de hormigón. Su culminación - en la parte trasera de la sala de exposición - es una grieta vertical y afilada iluminada que simboliza la estrecha puerta que conduce a la muerte.
Detras de la estructura en forma de cuña afilada de la casa, los diseñadores han localizado un huerto frutal con manzanos, perales y ciruelos, que hace referencia tanto a la huerta de Józef Ulma como al Jardín de olivos de los Justos en Yad Vashem. En la pared monumental adyacente, revestida en granito aparecen los nombres los nombres de los Polacos que salvaron Judíos durante la guerra. "Incrustados" en el mismo plano del patio destacan unas placas con los nombres de aquellos que perdieron sus vidas en el intento. La densidad de la iluminación de las placas aumenta hacia la entrada del museo. Como barcos en un río, las luces en el suelo, forman una peculiar procesión que se acercan al umbral de la puerta.
El edificio del museo se encuentra en la carretera principal que atraviesa Markowa y conmemora los sucesos que se dieron en ese mismo solar el 24 de marzo de 1944. Durante la Segunda Guerra Mundial en Markowa una gendarmería nazi disparó a Wiktoria y Józef Ulma, a sus seis hijos y a las familias judías a las que habían escondido. En 1995, el Instituto Yad Vashem de Israel concedió a la familia Ulma el título de Justos entre Naciones.