El Colegio Público de Malpartida de Cáceres, realizado por Tenor + Paradigma Estudio + Buró4 + Gabriel Verd Arquitectos, se inclina por la compacidad y organiza sus diferentes usos —gimnasio, vestíbulo, aulas— respondiendo estratégicamente a las diferentes orientaciones.
Paralelamente, en línea con criterios de sostenibilidad, las estrategias pasivas de climatización son acompañadas por un sistema de suelo radiante y refrescante con producción mediante aerotermia y una importante instalación de energía eléctrica fotovoltaica, dando como resultado un edificio de funcionamiento autónomo.
Para su ejecución, la materialidad del contenedor contrasta con el contenido: hacia afuera, el hormigón visto refleja una imagen institucional contundente, mientras que en el interior se eligieron acabados de tonos neutros, casi desnudos, esperando al alumnado para ser dotados de vida y color. En ese sentido, el Colegio Público de Malpartida se presenta como una hoja en blanco sugestiva que será completada por el uso que cada alumno haga del edificio.

CEIP Malpartida por Tenor + Paradigma Estudio + Buró4 + Gabriel Verd Arquitectos. Fotografía por Del Rio Bani.
Descripción del proyecto por Tenor, Paradigma Estudio, Buró4 y Gabriel Verd Arquitectos
«Si Duchamp ha declarado el objeto de la vida cotidiana como obra de arte, yo declaro obra de arte el uso del objeto».
— Wolf Vostell, en Guardado, Mi vida con Vostell, p. 56.
El valor del uso que declara W. Vostell es el mismo que queda bloqueado en hormigón cuando en 1976 junto con los vecinos de Malpartida de Cáceres colmata el interior y el exterior de su Opel Admira en la obra VOAEX emblema del Museo Vostell de Malpartida de Cáceres. Así, queda bloqueado el uso del objeto (BETTONAGES) y aparece una única roca sin el mecanismo, que destapa la confluencia final con la naturaleza intrínseca en las creaciones del ser humano.
De esta acción, como arquitectos del siglo XXI podemos extraer dos lecturas. Por un lado, creemos que la confluencia con la naturaleza también debe entenderse como intrínseca del entorno construido. Por otro, también se debe celebrar lo puramente vital del valor de uso y vivencial de un edificio público y los mecanismos que lo facilitan.
Con ello, para el Colegio Público de Malpartida de Cáceres proponemos un edificio que, a través de la implantación, composición y materialidad afronta estas dos lecturas:
-Debe ofrecerse a difuminar su antropización emergiendo con mayor intensidad las confluencias intrínsecas con la naturaleza que deben favorecer la sostenibilidad del edificio en todo su ciclo de vida.
-Debe ser un lienzo en blanco, un espacio sugestivo, no conclusivo, con los mecanismos mínimos para la libertad de desarrollo del valor de uso.
Implantación
Configurado como un límite poroso, el edificio filtra la relación del entorno urbano de viviendas unifamiliares y el entorno natural dominado por el azar de las eflorescencias graníticas y las extensiones agrícolas que delimitan el municipio en su perímetro. Este límite se concreta colmatando el único lindero urbano (norte) con una volumetría longitudinal ligeramente descompuesta para acomodarse a la escala del entorno, deviene entonces un corto recorrido transversal (que facilita la obtención de interiores iluminados y ventilados naturalmente y reduce los recorridos con un único vestíbulo vertebrador) y favorece una prioritaria orientación norte-sur en sus dos fachadas principales y opuestas.
Composición
Apostamos por la compacidad, la corta transversalidad para aprovechar los vientos predominantes y la adecuación de respuestas al contraste entre sus dos orientaciones aprovechando las condiciones naturales de forma acorde a las necesidades de cada uso.
La fachada sur, en planta baja, caracterizada por una pérgola de geometría variable y gran longitud ofrece un inesperado espacio intermedio que extiende, protege y acoge los usos más públicos y dados a diluir la frontera entre interior y exterior. En planta alta ubicamos dobles alturas (gimnasio y vestíbulo) que ayudan a bañar con luz directa las dos plantas en el eje interior más alejado de los cerramientos. En la cara norte, en planta baja, los usos auxiliares aparecen encerrados en cajas dispuestas de forma estratégica para ubicar los espacios de permeabilidad entre el ámbito urbano y el docente: el acceso principal, el acceso de infantil y el comedor, todos ellos con necesidades de acceso inmediato desde el exterior.
En planta primera, en su banda norte encontramos un ritmo marcado de aulas que se enfrentan a escaleras, dobles alturas y usos auxiliares del frente sur. Encontramos fachadas en planta baja abiertas y protegidas hacia el sur, homogeneizada por celosías de hormigón prefabricado y con dilataciones estratégicamente seleccionadas en el norte. En planta alta, tenemos la sistematización de la solución de fachada, alterada puntualmente con aperturas acordes a cada orientación.
Materialidad
En una oposición de contrarios que se retroalimentan, el exterior de hormigón bruto constituye una imagen de infraestructura educativa rotunda, que espera convertirse en roca con su convicción no confrontar a los procesos de la naturaleza. El interior neutro, desnudo y amable como una hoja en blanco sugestiva, espera que el alumnado pueda desarrollar su personalidad, descubrirlo y colonizarlo con los colores de sus ropas y batas, mochilas y zapatos, sus dibujos y su realidad, donde tomar sus propias decisiones y ellos mismos declarar obra de arte el uso del edificio.
Estas decisiones sostienen el proyecto, la obra y el posterior uso en una intención decidida por favorecer la confluencia intrínseca de la arquitectura con la naturaleza y el valor de uso sugestivo, la propuesta de un lienzo en blanco que prolongue la vida útil de este edificio público.
Acompañado de sistemas de confluencia activa (ventilación natural automatizada mediante detectores de CO2, sistema de suelo radiante y refrescante con producción mediante aerotermia y una importante instalación de energía eléctrica fotovoltaica) que vendrán a resolver las situaciones en las que la respuesta pasiva descritas anteriormente no son suficientes. Tenemos un edificio de funcionamiento autónomo, pero en diálogo con los procesos de la naturaleza, el primer Colegio Público bioclimático de Extremadura.