Adyacente al pabellón de acceso se crea una zona de tarima elevada a modo de teatro al aire libre, para aprovechar al máximo los espacios de la intervención. Uno de los deseos del proyecto era preservar el entorno, por esta razón se prestó especial atención al arbolado existente y al rediseño de los jardines, lo que permitió crear una atmósfera natural y acogedora.
Descripción del proyecto por COMA Arquitectura
Reflejo de una preocupación por la seguridad, el Liceo Francés de Barcelona encarga el estudio del refuerzo de los accesos principales al recinto. El resultado refleja la necesidad de situar una zona de máxima seguridad justo en la entrada del recinto escolar.
El encargo se produce después de los desgraciados atentados en Niza perpetrados mediante atropellos masivos de personas. Reflejo de esta preocupación por la seguridad, el Liceo Francés de Barcelona encarga el proyecto de refuerzo de los accesos principales al recinto.
Los 70m² de pabellones, juntamente con toda la intervención en el espacio público, deben ser los encargados del control de paso a los más de 27.500 m² del recinto del colegio. Se trabaja conjuntamente con técnicos expertos en seguridad designados por el gobierno Francés. El resultado refleja la necesidad de situar una zona de máxima seguridad justo en la entrada del recinto escolar. Dicha zona debería contener: un espacio seguro para los vigilantes del recinto (blindado); una esclusa de paso (SAS) que permita la identificación de personal de acceso; una zona controlada para el acceso rodado (circuito en chicane) y pilonas para impedir el paso de vehículos.
La voluntad del proyecto es la de aunar la necesidad de seguridad con el día a día de un recinto escolar de más de 2.000 alumnos y la estética propia de una arquitectura de pabellones y jardines. Se trata del acceso al colegio, el punto de recepción y bienvenida, por lo que debe ser un sitio acogedor y amable. En este proyecto se ha conseguido integrar el espacio de seguridad impenetrable dentro de un entorno abierto sin convertirse en una barrera física y visual dura. Tanto las nuevas edificaciones como las zonas de urbanización colindantes dialogan entre sí con un lenguaje de madera, piedra y vegetación y se integran en el entorno existente de forma orgánica.
Se parte de la base de crear los pabellones de acceso mediante un núcleo blindado por paneles de acero y hormigón y cristales blindados. Dicha estructura se sitúa en un plano de acceso elevado respecto la plaza interior existente por lo cual existen varias rampas y escaleras que conectan los niveles. Todo el conjunto se recubre mediante paneles de entramado ligero de madera donde se coloca el aislamiento y la impermeabilización; el acabado consiste en un revestimiento de madera a base de listonado vertical de pino Douglas natural sin albura.
La zona de acceso de la escuela se sitúa en los jardines lineales a lo largo de la Calle Bosch i Gimpera. La voluntad del centro era la de conservar al máximo el entorno y el espacio de arbolado existente. Por tanto, otro punto importante del proyecto era la de cumplir con las estrictas medidas de seguridad impuestas y a su vez integrarse orgánicamente en su propio entorno.
Adyacente a los pabellones de acceso se crean nuevos espacios urbanizados como bancos, muros de contención y una zona de tarima elevada a modo de teatro al aire libre. Los muros de contención de gaviones zigzaguean para formar las escaleras y rampas, los bancos exteriores y el espacio de teatro al aire libre. Una gran pérgola metálica remata el espacio de tarima y sirve para sostener los elementos técnicos de luz y sonido. Se han renovado por completo los pavimentos exteriores para que se creen zonas de paso peatonal marcados por un camino de piedra iluminado a través de la superficie general de hormigón impreso. El cuidado detalle en la definición de la arquitectura del paisaje, la plantación de nuevas especies arbustivas, la atención en el arbolado existente y el rediseño de los jardines ha sido también esencial para la creación de una atmosfera natural y acogedora.
Por lo que respecta a las fachadas exteriores, en el lado público del proyecto, se crea un cierre que se integra con las fachadas de los pabellones. Se trata de una valla con acabado de listonado vertical de madera (similar a los pabellones). Los accesos de personas y vehículos quedan así integrados en una línea de fachada exterior que se va quebrando para permitir espacios de acceso seguros y vigilados. Todo el tratamiento de fachada esta cuidadosamente diseñado para preservar la intimidad del recinto.