Polideportivo y ordenación interior de manzana, Turó de la Peira, por Anna Noguera y Javier Fernández

Descripción del proyecto por Anna Noguera y Javier Fernández

REGENERACIÓN URBANA CON UNA INFRAESTRUCTURA VERDE
El entorno urbano previo a la intervención, era un espacio inhóspito y desestructurado, ocupado por una piscina y una pista exterior obsoletas y por una suma de espacios residuales de superficies duras y total ausencia de vegetación.

Se propuso una regeneración integral a nivel urbanístico, concentrando los dos equipamientos en un solo edificio, con el fin de liberar espacio y crear un gran jardín. Un espacio verde que aporta calidad ambiental y que se ha convertido en un lugar de relación social que sirve de preámbulo del equipamiento.

El edificio se sitúa semiempotrado en el terreno, adaptándose a la topografía y salvando el desnivel existente entre las dos calles. La fachada a la calle Sant Iscle se configura como una fachada urbana, con un porche en esquina que amplía la acera y nos invita a entrar. El edificio minimiza su impacto hacia el jardín con una galería verde que lo envuelve. El volumen aparece entonces, como un elemento más del jardín, sin mimetizarse, pero dialogando con él.

NATURALIZAR LOS ESPACIOS INTERIORES
La propuesta pone especial énfasis en las percepciones que el espacio físico transmite al usuario. La Iluminación natural, la vegetación y la utilización de materiales como la madera, aportan un ambiente natural y cálido, alejado de la frialdad característica de muchos equipamientos similares.

La pista polideportiva, situada en planta primera, funciona exclusivamente con luz natural durante todo el día gracias a sus cuatro fachadas y los lucernarios del techo. En el espacio de la piscina, semienterrado en el desnivel del terreno, la iluminación natural es controlada e intimista.

Una galería vegetal rodea el edifico protegiendo del asoleo y creando un espacio bioclimático. La rampa de acceso a la pista discurre entre la fachada y la malla por donde trepan las plantas. Desde la pista, se percibe la fachada vegetal en toda su dimensión a través del muro cortina, pudiendo disfrutar de sus cambios y floraciones según la época del año.

La madera está presente en todos los espacios del edificio transmitiendo confort y calidez. En la piscina, el cromatismo de las grandes vigas contrastan con el frescor del agua. En la pista casi todo es madera, pilares, vigas, gradas, paredes, y también el parquet del suelo. La abundante luz natural resalta su color y su textura.

SOSTENIBILIDAD DE MATERIALES Y SISTEMAS CONSTRUCTIVOS
Las excelentes características de la madera en relación al análisis del ciclo de vida, fue una de las razones por las que se eligió este sistema de construcción prefabricado de madera laminada. Se valoró asimismo su buen comportamiento mecánico, su adecuación al ambiente de la piscina, su ligereza y consiguiente ahorro en cimentación y muy especialmente su rapidez de ejecución.

La galería verde se compone de unas jardineras lineales y una malla de acero electrosoldada por donde trepan las plantas. El sistema de plantación es hidropónico, elegido por su ligereza, la durabilidad del sustrato, la capacidad de retención de agua y la facilidad de instalación.

Un gran depósito situado en el sótano recoge el agua de la cubierta para su reciclaje y utilización para la totalidad del riego de la fachada verde.

En la urbanización del jardín, la ubicación de unas franjas drenantes al pie de los taludes recogen el agua de lluvia para retornarla al freático.

EFICIENCIA ENERGÉTICA Y AUTOSUFICIENCIA
El diseño del edificio se ha realizado con criterios de arquitectura pasiva. El volumen compacto y empotrado en el terreno minimiza la superficie de fachada evitando pérdidas térmicas. La configuración de las distintas partes de la envolvente se ha determinado en función de los datos proporcionados por programas de simulación energética dinámicos.

El acondicionamiento climático de la pista se realiza exclusivamente de manera natural. Lucernarios y ventanas, monitorizados con diferentes sensores, que garantizan la correcta ventilación cruzada.

La climatización de la piscina y la producción de agua caliente, se produce mediante un sistema muy eficiente de aerotermia que permite la recuperación de calor del ambiente.

Toda la superficie de la cubierta está cubierta por placas fotovoltaicas que generarán el 90% de la energía necesaria en el edificio.