PRENSA AMARILLA Y OTROS PERJUICIOS. In Treatment [M]

Cuando como profesional te tienes que “enfrentar” al compañero que está al otro lado de la mesa en un ayuntamiento, te embarga normalmente esa sensación de escepticismo. Y es cierto que algunos se creen poco más que Moisés con las tablas de los mandamientos. Por un momento tienes la sensación de que el hombre disfruta descubriendo algún elemento que te haya pasado por alto y saca de la chistera algún reparo con el subsiguiente tiempo perdido visando nuevos planos y dando las pertinentes explicaciones a tu impaciente cliente.

Este estado de tensión ha sido incrementado por este clima de pánico que se ha generado después de los muchos escándalos urbanísticos que han salpicado nuestra geografía, sobre todo en el suelo rústico. La responsabilidad, viene asumida en parte por el técnico que tiene que informar un proyecto para que este cumpla con toda la normativa en vigor. Un error o una mala interpretación, supone desde la compensación al solicitante por parte del ayuntamiento al revocar una licencia o hasta, en el peor de los casos, una sorpresa en forma de escándalo aprovechada políticamente para desprestigiar al equipo municipal de turno, o en su caso, al técnico en cuestión.

Greenpeace / Colección privada / Pedro Armestre | 16-07-2010. Xavier Nicolau Cuyàs.

Y estoy hablando de errores por cuanto un arquitecto municipal intenta informar de la mejor manera posible el proyecto que llega a su mesa al margen de quien sea el destinatario y para nada me refiero a “errores” dados por prevaricaciones o cohechos.

Un error puede darse desde una falta de información o una ocultación de datos por parte del solicitante que puede dar a equivoco o, a veces, no es más que un criterio que se ha tomado cuando una norma urbanística no es clara en su definición. Por lo que ya no hablaríamos de error, si no de interpretación de una ley o de una norma.

Todo este desmán de infracciones urbanísticas pasadas, como decía, ha generado un estado de alarma que viene muy bien utilizada por algunas formaciones políticas para denunciar un presunto delito y golpear a su oponente de cara a la galería y obtener unos votos. Sin importar los daños colaterales.

Es ahí donde la prensa entra a formar parte de todo este mecanismo sensacionalista. Es decepcionante que los técnicos tengan que ver su nombre impreso en un supuesto rumor para conseguir desprestigiar a un determinado consistorio. Curioso es ver que ahora se demoniza más a unos técnicos que a un supuesto criminal de sangre del que solo aparecen las iniciales para conservar su anonimato. He leído verdaderas “mentiras” publicadas en los tabloides. Y sí, eso lo sabemos todos. Pero cuando te ocurre a ti, o a alguien cercano…duele.

Ellos poseen la pluma para escribir y cualquier intento de responder a las difamaciones no daría más que carnaza para continuar con ello. Por lo que se opta por callar y esperar a que toda esa rumorología desaparezca. He visto compañeros que han sufrido la difamación y el escarnio en la prensa y que han salido indemnes de todo el proceso, pero esa inocencia no se ha publicado después. Nadie les va a pagar el periodo que han pasado viéndose en “la prensa amarilla” simplemente por realizar su trabajo. Dejemos que la justicia siga su curso si existe indicio de delito en cualquier caso pero basta ya de utilizar la prensa como panfleto rumorológico con noticias difusas y sin contraste.

Hasta la semana próxima.

¡¡CONTINUARÁ... LA PRÓXIMA SEMANA MÁS!! > "VINYL TOYS"

IN TREATMENT - METALOCUS.

DIRECTOR: JOSÉ JUAN BARBA. COORDINATION: MARINA DIEZ-CASCÓN. ORGANIZATION: INÉS LALUETA, PEDRO NAVARRO. ENGLISH VERSION: KAREN SIMPSON. GUESTS FIRST SEASON: JOSÉ JUAN BARBA, MARINA DIEZ-CASCÓN, SERGIO DIEZ-CASCÓN SOLER, LARA FERNÁNDEZ GONZÁLEZ, CARLOS GERHARD PI-SUÑER, MONTSE PLA GARCÍA-CASTANY, XAVIER NICOLAU CUYÀS, FERNANDO RIAL PONCE, VERÓNICA ROSERO.