Esta nueva edición de TAC! Festival de Arquitectura Urbana 2024 impulsado por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana (MIVAU) y la Fundación Arquia, se ha celebrado en dos ciudades españolas, en primer lugar la ciudad de Vigo acogió «¡Qué faena(r)!», proyectado por los arquitectos Óscar Cruz y Pablo Paradinas, y ahora en San Fernando con el pabellón «La Sal», proyectado por los arquitectos José Rodríguez y Carlos Montes.
Inspirados en el patrimonio histórico y cultural, los proyectos protagonistas de la tercera edición de TAC! hacen de la mirada a lo local y lo vernáculo u otras cuestiones relevantes, como el clima o la economía local, su hilo argumental. De esta manera, las salinas de San Fernando en el caso de La Sal, o la tradición pesquera de las bateas de Vigo en el caso del proyecto ¡Qué faena(r)!, inspiran dos proyectos que pretenden ser ejemplo de cómo la arquitectura puede transformar la vida de las personas.
El pabellón temporal proyectado por José Rodríguez y Carlos Montes reflexiona sobre la regeneración del espacio urbano en un diálogo entre el entorno y sus recursos, mediante un volúmen que emula la forma de una de las montañas de sal habituales en el entorno cercano. El proyecto busca activar el potencial de los recursos naturales más abundantes y sostenibles con que cuenta la provincia de Cádiz, empleando la arquitectura como herramienta para transformar el espacio público.
El proyecto ubicado en la Plaza del Rey, propone un punto de encuentro que invita a reflexionar sobre la regeneración del territorio y lo urbano y su transformación a través de elementos relacionados con la economía tradicional de una manera sostenible. Presidida por el edificio que alberga el ayuntamiento, la Plaza del Rey representa una nueva centralidad urbana dentro de la estructura lineal que supone la calle Real y el singular conjunto de espacios públicos encadenados a lo largo de su recorrido que se ha ido consolidando.
Desde la centralidad en la que se sitúa el pabellón La Sal, el proyecto emerge hacia el exterior, estableciendo un diálogo con el litoral de la ciudad de Cádiz, la industria de las salinas y sus recursos. La Sal se basa en tres materiales con gran arraigo en lo local: junto a la sal como elemento principal, la madera y el acero dan forma al pabellón temporal.
El proceso de construcción parte de la necesidad de buscar alternativas sostenibles a los materiales de construcción industriales, por lo que plantea un proceso que combina la innovación con los procesos tradicionales que ensalza la sal como un material clave no solo en términos de identidad, sino también en términos de sostenibilidad. Propone la sal como alternativa al cemento, experimentando con el proceso natural de cristalización para su uso en la construcción.
Arquitectura contemporánea, tradición, experimentación y espacio público se conectan así en un festival que podrá disfrutarse hasta el 14 de octubre en la Plaza de Rey de San Fernando, en Cádiz.
La Sal, pabellón TAC! 2024 por José Rodríguez y Carlos Montes. Fotografía por José Guilherme Marques.
Descripción del proyecto por José Rodríguez y Carlos Montes
Desde la centralidad del espacio en que nos situamos, la Plaza del Rey, emergemos hacia el exterior; el entorno y sus recursos. Poniendo el foco en lo urbano y lo social, la construcción del pabellón se centra en la materialidad y uso de componentes de la localidad, así como en el patrimonio histórico y cultural; acervo identitario que dialoga en proximidad con la ciudadanía.
En el proyecto de San Fernando, presentado por su ayuntamiento, destaca el concepto del espacio público como un componente vital de una ciudad de éxito, que supone una estrategia competitiva basada en el conocimiento y la información, y no en el consumo masivo, donde la cultura se convierte en motor de cambio y dinamizador de la economía y el empleo en la ciudad.
La bahía de Cádiz, su litoral y las poblaciones que componen este singular entorno paisajístico constituyen uno de los enclaves más singulares, tanto a nivel geográfico como histórico, de Andalucía.
La Plaza del Rey, presidida por el edificio que alberga su ayuntamiento, representa una nueva centralidad urbana dentro de la estructura lineal que supone la calle Real y el singular conjunto de espacios públicos encadenados a lo largo de su recorrido que se ha ido consolidando.
La Sal
El litoral de la provincia de Cádiz y su singular entorno paisajístico constituyen uno de los enclaves naturales con mayor interés patrimonial, arquitectónico e identitario. Tanto es así, que la fauna que rodea las salinas ha dependido del proceso del nacimiento de la sal. Las aves que se sitúan próximas a estos grandes lugares encuentran en ellas el alimento para sus crías según el estado de las mareas. Las primeras referencias clásicas respecto a las salinas de evaporación solar se encuentran en Tito Livio y en Plinio, y a día de hoy se puede decir que los procesos de cultivo de la sal han variado muy poco.
Además de los usos tradicionales de la sal, existen múltiples aplicaciones que pueden ofrecer un impulso económico y social al lugar donde se encuentra. Estas aplicaciones, basadas en la conjugación de nuevas tecnologías y procesos vernáculos, exprimen lo más interesante del conocimiento ancestral y el potencial de las herramientas digitales que actúan en el mundo de hoy.
Creación de los paneles de La Sal
Este proceso parte de la utilización de un elemento base como es el metacrilato reciclado. Su superficie, acondicionada para tener mayor capacidad de adhesión, es cubierta por una capa de resina, utilizando medios manuales exclusivamente, sobre la cual se vierte la sal.
Esta sal se ha criado exclusivamente en el cristalizador de la salina para obtener el cristal más blanco y puro. Con ello, se consigue que los paneles tengan la imagen más limpia y clara de lo que representa el proceso de formación de la sal. Posteriormente, se aplica una capa de protección y quedan listos para su colocación.
Durabilidad, reutilización y principios sostenibles
El Pabellón emplea tres materiales para su construcción: sal, madera y acero.
La sal se usa para conformar el basamento del pabellón emulando las tradicionales montañas de sal tan habituales en el paisaje cercano. Para contener la sal se utilizan tableros de madera de contrachapado. Por su estado de delimitación estos elementos definen la continuidad entre lo estacionado/permeable, centro/contorno, abierto/expuesto. El interior y el exterior que participa y el interior que expone. El elemento emergente, que nos recuerda las antiguas estructuras metálicas de los medios empleados en el transporte y trasiego de la sal, se construye mediante una estructura lacada en blanco.
Sobre ese elemento emergente, esta suerte de Torre de Hércules, Templo de Hércules, santuario que existió en las antiguas Islas Gadeiras y posterior sistema de vigilancia desde 1610; se instalarán los paneles de sal como envolvente de la crisálida en la que el usuario se adentra para reconocer, asumir y visualizar el potencial de este diálogo entre historia y mitología, desarrollo humano, convivencia, conectividad e inclusión social.