El tiempo, componente arquitectónico importante, es también un agente esencial de la composición. Los elementos construidos, especialmente en hormigón, buscan registrar el paso del tiempo a través de su textura de encofrado.
Este encofrado funciona igual que las variaciones de la cubierta, asume altibajos, protuberancias y rebajes, lo que le permite mantener el tiempo con la representación de las sombras durante las diferentes horas del día, dando también una apariencia escenográfica a las fachadas.
Descripción del proyecto por Spaceworkers
Una casa para los libros. Este desafío comenzó con una premisa del cliente: espacio para muchos libros.
Inmediatamente, nuestro imaginario nos guió a las muchas bibliotecas clásicas del renacimiento, con escaleras deslizantes que alcanzan la montaña del libro. Ese fue el lema de la intervención: un espacio alto capaz de provocar la forma y jerarquizar los espacios interiores.
La idea crecía y la experiencia volumétrica condujo a la diferenciación funcional de los espacios interiores, creando una cubierta como una masa inquieta con diferentes alturas. La cubierta también figura como una quinta fachada e influye en la idealización de los otros.
De repente, habíamos creado un envoltura para la cubierta monolítica, pesada y densa que necesitaba ser subvertida, dando una idea de masa levitando que está ligeramente sobre madera y vidrio. La cubierta parece aplastar a los usuarios, recordándoles su propia escala como humanos y la importancia ancestral del refugio.
El tiempo, componente arquitectónico importante, es también un agente esencial de la composición. Los elementos construidos, especialmente en hormigón, buscan registrar el paso del tiempo a través de su textura de encofrado. Este encofrado, similar a las variaciones de la cubierta, asume altibajos, protuberancias y rebajes, lo que le permite mantener el tiempo con la representación de las sombras durante las diferentes horas del día, dando también una apariencia escenográfica a las fachadas.
A medida que pase el tiempo, el hormigón texturizado envejecerá naturalmente y se integrará más en el entorno rural. Lo mismo sucederá con la base de madera, que a medida que envejece se vuelve más magnífica, enriqueciendo la casa.