Su construcción se realiza con tres únicos materiales: el hormigón para la estructura, piezas de cerámica extruida para la envolvente, y elementos metálicos para el cerramiento y los balcones. La envolvente alberga unas escaleras perimetrales que conectan todas las plantas sin necesidad de intervenir con las actividades que se realizan en el interior. Finalmente, la celosía que forman las piezas cerámicas de la fachada permiten la ventilación interior y la reducción de temperatura en los meses más cálidos.
Torre de bomberos en Vall d’Hebron por Carles Enrich Studio. Fotografía por Adrià Goula.
Descripción del proyecto por Carles Enrich Studio
Infraestructura y paisaje
El proyecto para una torre de prácticas de bomberos de la Vall d’Hebron planteaba el reto de cumplir con los requisitos funcionales de la actividad prevista aceptando la condición de elemento de gran visibilidad en el norte de Barcelona. La configuración de la torre ayuda a ordenar y cohesionar un entorno complejo formado por diferentes piezas aisladas: por un lado, la estructura vertical pautada se relaciona morfológicamente con el parque de bomberos y el mercado, mientras que su materialidad conecta paisajísticamente con los barrios de Sant Genís y el Carmel gracias al tratamiento de la fachada de obra vista, que establece un vínculo con las medianeras y las torres de vivienda presentes en el entorno.
Se plantea la torre como un sistema abierto que permite una gran flexibilidad y adaptación funcional para acoger los requerimientos programáticos actuales y anticipar futuros cambios de uso. Se propone una planta cuadrada de 7,15 m a partir de una retícula de pilares y jácenas de hormigón que generan una malla tridimensional de donde se obtienen 4 espacios vacíos de 2 x 2m en cada planta que pueden acoger multiplicidad de situaciones espaciales con la máxima adaptabilidad al programa. Los espacios interiores recrean situaciones extremas de edificios para permitir desarrollar las prácticas de los bomberos (dobles y triples espacios, escaleras de caracol, escaleras de gato, pozos, puertas, ventanas, etc.) mientras que en el exterior aparecen unos balcones en diferentes posiciones para potenciar las prácticas de rápel y rescate vertical.
Plantas. Torre de bomberos en Vall d’Hebron por Carles Enrich Studio.
Sistema y materialidad
La elección de los materiales responde a criterios de integración paisajística pero también durabilidad, mantenimiento, resistencia a los impactos y facilidad constructiva. Se utilizan únicamente 3 materiales que permiten una diferenciación y optimización del proceso constructivo: hormigón para la estructura, cerámica para la envolvente y elementos metálicos para los cerramientos y balcones.
La estructura se configura mediante un núcleo central formado por 8 pilares de hormigón de 25 x 25 cm, entrelazados mediante jácenas del mismo canto en forma de cruz, y un segundo nivel de 24 pilares en fachada que garantizan la resistencia al empuje horizontal que se requiere para las prácticas de rápel. La nueva estructura prolongará la existente del parque de bomberos ejecutando un forjado de transición que coincide con el techo del patio de maniobras. La envolvente se configura como un espacio de circulación perimetral que da acceso a todos los elementos de la fachada y que, a su vez, permite conectar los diferentes niveles sin interferir con las actividades que se puedan desarrollar en el interior, potenciando una gran simultaneidad de las prácticas.
Axonometrías. Torre de bomberos en Vall d’Hebron por Carles Enrich Studio.
El cerramiento exterior está proyectado a partir de la modulación de la pieza cerámica extruida de 28 x 12 x 18cm, evitando cortes y mermas, colocada con los huecos vistos para formar una gran celosía. La cerámica presenta un buen comportamiento inercial y una baja conductividad ayudando a regular la temperatura interior y especialmente en los meses de verano cuando la temperatura exterior puede superar los 35º. Finalmente, se añaden unos elementos metálicos ligeros que conforman los balcones en voladizo así como forjados, escaleras y barandillas interiores. Estos elementos se prefabrican en taller para agilizar la colocación y permitir modificaciones futuras.
Futura reutilización
Más allá de permitir el desarrollo del programa previsto la torre actúa de refugio climático para las personas y los pájaros. La celosía de la fachada, formada por piezas cerámicas de gran profundidad, garanitza una ventilación permanente de los espacios interiores y permite una reducción de la temperatura exterior sin la utilización de ningún sistema de climatización artificial. Del mismo modo, se incluyen 12 nidos de vencejos en una de las fachadas con el fin de promover la biovidersidad y dar cobijo a una especie de ave que frecuanta la sierra de Collserola. De este modo, el proyecto se plantea como una infraestructura que perdurará en el tiempo, incluso más allá de su uso actual. La compartimentación interior y los cerramientos admiten cambios para acoger otros programas y prolongar la vida útil de la torre que también puede funcionar como punto de obsevación urbano de los barrios de Horta-Guinardó.