A tan complicado reto se ha enfrentado la oficina de arquitectura Forgas Arquitectes, formado por Joan Forgas, Dolors Ylla-Català, Cristina Goenaga y Pedro Gil.
“Los orangutanes son la única especie de póngidos asiáticos y habitan en las junglas lluviosas de las islas de Borneo y Sumatra. A diferencia de gorilas y chimpancés, los orangutanes no viven en grupos familiares pero tienen una compleja vida social” explican los arquitectos.
Descripción del proyecto por Forgas Arquitectes
Los orangutanes son la única especie de póngidos asiáticos y habitan en las junglas lluviosas de las islas de Borneo y Sumatra. Como especie tienen algunas características específicas que hay que tener muy presente para el diseño de su habitat zoológico.
A diferencia de los gorilas • las y chimpancés, los orangutanes no viven en grupos familiares pero tienen una compleja vida social. Algunos machos tienen unas protuberancias faciales que, además de conferirles un aspecto característico, van asociadas a un carácter mucho más solitario y dominante. Estos ejemplares superponen su territorio a varias hembras adultas con sus crías y son relativamente tolerantes con los machos sin protuberancias pero no admiten la presencia de otros machos que si que tengan.
Los orangutanes son animales con altas capacidades cognitivas, con mucha fuerza y destreza que los hace grandes "escapistas" y les confieren habilidades para manipular, accionar y deconstruir mecanismos.
Por otra parte, los orangutanes son una especie en peligro de extinción debido a la caza furtiva y la inexcusable deforestación de las selvas. El Zoo de Barcelona participa en la Programa Europeo de Cría en Cautividad (EEP) con un notable éxito reproductor que se ha concretado en el nacimiento de cinco ejemplares de orangutanes en los últimos años.
La compleja vida social de los orangutanes conlleva una nueva instalación con diferentes espacios que permiten un us flexible. Con un total de 2.300m2, está compuesta de un recorrido para el público y 4 ambientes para los orangutanes: dos son espacios climatizados que permiten el cobijo cuando la climatología es adversa, y dos espacios abiertos y ajardinados donde los animales pueden disfrutar del sol y un ambiente más natural.
Todos los ambientes para los orangutanes están conectados entre sí mediante dos accesos para evitar, en caso de disputas, posibles acorralamientos entre los animales. La instalación permite que los cuidadores puedan estar muy próximos a los animales y hacer un buen seguimiento de ellos con la seguridad necesaria, mantener un buen nivel de limpieza y desinfección, aprovisionarse de alimento y agua, y sobre todo, permite flexibilidad en el manejo de un complejo grupo social, con la posibilidad de realizar entrenamientos, revisiones y tratamiento veterinarios.
Los espacios cerrados disponen de grandes vidrieras que crean un espacio interior claro y diáfano, y permiten visiones transversales de la instalación y sus habitantes. Se trata de diluir los límites entre los diferentes recintos, provocando la percepción de continuidad entre ellos. Los elementos de naturalización y enriquecimiento extienden indistintamente por los diferentes espacios favoreciendo esta continuidad.
Los espacios exteriores aprovechan un antiguo foso obsoleto y evocan una hondonada de rocas en la que fluye una cascada que alimenta un arroyo. El agua genera un límite seguro y diáfano, propiciando la buena visibilidad y la proximidad de los visitantes evitando un excesivo intrusismo. El sonido de la cascada aísla al visitante del entorno próximo y favorece la intensidad de la visita.
Los bordes exteriores de las instalaciones son un bosque de bambúes que actúa como diafragma de entrada del visitante. Las pérgolas vegetales que acompañan el recorrido del público generan un ambiente sombreado y ayuda a hacer más confortables y menos aparentes los miradores de los visitantes.
La multiplicidad de ambientes y estructuras promueven tanto la actividad y estímulo de los animales como su posible descanso y tranquilidad, permitiendo desarrollar conductas propias de la especie de manera similar a como lo harían en sus hábitats naturales. Diferentes elementos verticales en forma de percha facilitan que los orangutanes, con una locomoción básicamente arborícola, puedan desplazarse por todo el espacio.
La propuesta ha puesto especial cuidado en los aspectos de gestión y bienestar de los orangutanes, proporcionando al visitante una visión intimista y compleja, sin renunciar a la abstracción y la expresión de la arquitectura y del paisaje que la rodea.
Interiores y exteriores se entremezclan buscando una relación cercana y equilibrada entre visitantes y orangutanes.