Para poder lograrlo, se contará con el máximo aprovechamiento de los recursos naturales, sobretodo con el Sol como principal activador.
Descripción del proyecto por Miguel Ángel Rupérez
Entre jardines es la rehabilitación de un local desde criterios bioclimáticos con presupuesto contenido, que busca optimizar al máximo la captación de radiación solar del entorno, así como la reducción del consumo energético, sin olvidar la experiencia confortable del usuario a nivel visual, olfativo y acústico.
El sol y naturaleza, son dos elementos clave en la configuración interior de este espacio.
El sol define el tamaño del vestíbulo de acceso, así como el cambio de material en los suelos. La sombra proyectada por el hueco de fachada en el pavimento a mediodía del equinoccio, marca la posición precisa del vidrio del escaparate. Esta sencilla estrategia bioclimática, permite que los rayos solares penetren en el local a mediodía de los días fríos de invierno para calefactar de manera natural su interior. Al mismo tiempo que se impide su acceso en los meses calurosos, evitando así el sobrecalentamiento del interior en verano. Dicha estrategia, junto con otras de ahorro energético (aislamientos térmicos en toda la envolvente, reducción de puentes térmicos, control de infiltraciones y equipos de alta eficiencia) reducen en un 52% el consumo en climatización anual del local, y permiten alcanzar la letra A en la etiqueta energética.
Enredaderas y plantas aromáticas o de temporada, situadas a ambos lados del vestíbulo de entrada y al final del local en jardineras metálicas, aportan olor, humedad y sensación de frescor, marcando el umbral, y sirviendo de transición entre interior y exterior. Suelos de pizarra natural en los extremos del local, refuerzan dicha transición.
El espacio huele a madera. La madera es el material principal con el que se ha acondicionado el espacio interior. Se encuentra en paredes y techos. No sólo aporta confort visual y olfativo, sino que además dispersa y absorbe el sonido, redundando en un tiempo de reverberación inferior a un segundo. Los suelos oscuros de pizarra y gres, así como la iluminación oculta e indirecta del local, favorecen el confort, evitando el deslumbramiento y la fatiga visual.
El espacio interior, luminoso y flexible, está distribuido para que en él pueda darse el mayor número de actividades posibles. Pensado como espacio diáfano de techos altos y abundante luz natural. Solamente el baño se encuentra separado de él mediante un muro translúcido de vidrio, actuando éste a modo lámpara que ilumina el resto del espacio.
Las instalaciones de suelo y techo se han cuidado para reducir su impacto visual al mínimo. Así, por ejemplo, los interruptores se han centralizado en un único armario y el cableado eléctrico se recoge en un rodapié técnico ubicado en el perímetro del local, que permite aumentar el número de tomas de una manera fácil y oculta. Las salidas de aire y las luces de emergencia, quedan escondidas en los huecos de separación que hay entre los paneles de madera del techo.
En resumen, la idea de proyecto es la búsqueda, desde unos medios contenidos y aprovechamiento máximo de los recursos naturales, de crear un nuevo espacio polivalente donde el confort sea no solo térmico sino también visual, olfativo y acústico. Un nuevo espacio donde el sol y la naturaleza modelen con fuerza la experiencia del futuro usuario.