
El equipo formado por Parra Arquitectos y José Miguel Useros de INCOSA busca que la tipología del edificio reproduzca la estética ya presente en El Ensanche: bloques de tres o cuatro plantas con fachada cerámica, que otorgan a esta zona de la ciudad su característico color rojizo homogéneo. El uso del ladrillo se plantea de forma consciente, con la intención de retomar el sistema constructivo de la zona, pero mejorado. Además, el color rojizo cerámico se contrasta con las fachadas blancas.
En este caso, se trata de un volumen único con un hueco en cada una de sus fachadas, dos de los cuales constituyen simétricamente las puertas de acceso al centro a través de un pórtico que comunica con un patio interior. Los otros dos se presentan como retranqueos en la fachada para aportar mayor iluminación al interior. Este último ha sido estudiado detalladamente para que, junto con el Sistema de Aislamiento Térmico Exterior, genere un alto confort térmico interior. Por último, se ha cuidado también la acústica mediante falsos techos de placas de fibra de madera.

Centro Socio Cultural «El Ensanche» por Parra Arquitectos + José Miguel Useros. Fotografía por Imagen Subliminal.
Descripción del proyecto por Parra Arquitectos y José Miguel Useros
Situado a una de las últimas expansiones de la ciudad se haya el nuevo Centro Socio Cultural «El Ensanche» que el Excmo. Ayto de Alcalá de Henares ha promovido para dar servicio a las asociaciones ciudadanas ubicadas en el entorno. El nuevo equipamiento está rodeado de edificaciones residenciales y frente al Colegio San Ignacio de Loyola. Aunque las tipologías de su entorno son variadas, existe un elemento vertebrador que dota al conjunto de cierta homogeneidad, y es, en este caso, el uso de los materiales cerámicos como acabados de fachada.
El edificio se concibe como un único volumen al cuál se le horadan 4 huecos en, todos ellos junto a fachada y a través de los cuales se producen los 2 acceso principales, igual que gran parte de la iluminación de las estancias principales. Estas oquedades, al igual que las aperturas del resto de huecos se han planteado en función de la orientación del edificio, protegiendo la incidencia directa en los grandes ventanales al abrir a los patios y mediante un sistema de embocaduras en el resto de casos.

La piel blanca del edificio contrasta con el color rojizo de las fachadas interiores del edificio, que recuperan, actualizados, los sistemas constructivos tradicionales de la zona. El acceso al edificio se hace a través de dos pórticos de grandes luces que dan acceso a los patios principales y en los cuales se enmarca la entrada pasante al edificio.
El programa interior consiste en espacios multiusos, sala polivalente, despachos, espacio administrativo y cafetería, ordenados en tres bloques por usos y en dos plantas, utilizando sistemas de paneles móviles para reconfigurar los espacios de manera que se puedan adaptar al futuro flexible del inmueble.
Además de un cuidadoso estudio de la orientación para la ubicación de los huecos, la envolvente del edificio se propone como un sistema eficiente térmicamente en el que se utiliza el Sistema de Aislamiento Térmico Exterior para la fachada principal sobre bloques cerámicos aligerados y trasdosados interiormente con placas de yeso laminado con aislamiento de lana de roca, lo cual dota al conjunto de muy poca transmitancia térmica. En las fachadas de los patios se utiliza por ambas caras el bloque cerámico aligerado, consiguiendo que los espacios interiores y exteriores de los espacios mantengan una estrecha relación.

Para mejorar las cualidades acústicas se ha utilizado como acabado del falso techo placas de fibra de madera, mientras que para tener un mantenimiento mínimo y una alta durabilidad los suelos se termina con una solera de hormigón semipulida.
Las inmediaciones del edificio quedan definidas por los diferentes espacios tránsito-jardín-estancia quedando todas al mismo nivel haciendo los itinerarios de paso accesible no solo a usuarios con movilidad reducida, sino también a cualquier usuario. Además, se incide en la velocidad de movimiento en donde el grado de vegetación es quien define este parámetro junto con una graduación desde el pavimento más duro hasta el más blando. Para la pavimentación duro exterior se opta por la colocación de una solera de hormigón poroso altamente permeable, minimizando el impacto sobre el ciclo del agua en el entorno urbano y mejorando el sistema de recarga natural del agua subterránea.
Se trata pues de una edificación que cuyo planteamiento de origen es la máxima eficiencia y durabilidad de la misma a la vez que permite un uso flexible y es capaz de integrarse en el entorno urbano en el que se ubica.