Esther Ferrer, fotografías, dibujos, maquetas y matemáticas: performance art
04/03/2021.
[Anarquía artística]
metalocus, KRYSSTELL MARÍN
metalocus, KRYSSTELL MARÍN
Esther Ferrer, artista multidisciplinar, nació el 19 de diciembre de 1937 en San Sebastián, España. Su labor artística se desarrolló dentro de un estilo minimalista y vanguardista donde un trabajo de dibujos, fotografías, maquetas y objetos tuvieron como resultado la “performance art”.
Su obra sugiere beber del mundo de Duchamp, donde los objetos vulgares o incluso cotidianos (martillos, sillas o despertadores) cobran relevancia en la vida de las personas, añadiendo la metáfora del tiempo en la vida de los espectadores.
Autorretrato en el tiempo por Esther Ferrer (1981-1999). Gelatinobromuro de plata sobre papel baritado, 40 x 50 cm. Edición/Nº de ejemplar: 1/3. Donación al Reina Sofía, 2018. Imagen cortesía de MNCARS.
Esther Ferrer. Poema de los números primos. 2016. Dibujo para suelo. Tinta sobre papel. Archivo Esther Ferrer.
Esther Ferrer Autorretrato con círculo rojo, 1994 Fotografía intervenida 50 x 40 cm Archivo Esther Ferrer © Esther Ferrer, VEGAP, Bilbao, 2018.
Esther Ferrer Autorretrato estilo marxista, 1989 Fotografía intervenida 30 x 36 cm Archivo Esther Ferrer © Esther Ferrer, VEGAP, Bilbao, 2018.
Esther Ferrer. Extrañeza, desprecio, dolor y un largo etc. 2013 © Esther Ferrer, VEGAP, Barcelona, 2019.
Esther Ferrer. Extrañeza, desprecio, dolor y un largo etc. 2013 © Esther Ferrer, VEGAP, Barcelona, 2019.
Esther Ferrer.
Poema de los números primos (Díptico II) por Esther Ferrer (1985-1986). Hilo negro, hilo gris y tinta sobre cartulina, 65 x 50 cm. Obra sobre papel, Dibujo. Imagen cortesía de MNCARS.
Poema de los números primos por Esther Ferrer (1985-1986). Hilo negro, hilo gris y tinta sobre lienzo, 71 x 55 cm. Obra sobre papel, Dibujo. Imagen cortesía de MNCARS.
Esther Ferrer Triángulo de Napoleón, finales años 1980 Maqueta. Rotuladores de colores sobre cartón 15 x 20 x 6 cm 15 x 20 cm Archivo Esther Ferrer © Esther Ferrer, VEGAP, Bilbao, 2018.
Esther Ferrer Serie Proyectos espaciales, 1977 Dibujo. Tinta sobre papel milimetrado 21 x 29,5 cm Archivo Esther Ferrer © Esther Ferrer, VEGAP, Bilbao, 2018.
Esther Ferrer Serie Proyectos espaciales piramidales sobre el muro, finales de los 70 Maqueta. Hilo, clavos y pintura al óleo 60 x 72 x 6 cm Archivo Esther Ferrer © Esther Ferrer, VEGAP, Bilbao, 2018.
Esther Ferrer. Proyectos espaciales #8. Hacia 1975. Lápiz e hilo sobre cartón. 60 x 40 cm. Fundación MACBA.
Esther Ferrer Serie Proyectos espaciales (Versión A), finales años 1980 Maqueta. Hilo rojo y clavos 17 x 20 x 20,5 cm Archivo Esther Ferrer © Esther Ferrer, VEGAP, Bilbao, 2018.
Esther Ferrer Serie Sillas suspendidas, Años 1980 Maqueta. Hilo negro y clavos 36 x 20 x 21 cm Archivo Esther Ferrer © Esther Ferrer, VEGAP, Bilbao, 2018.
Serie Sillas suspendidas, 2000/2018 Pintura negra, hilo blanco y silla de madera. Medidas de ubicación específica Archivo Esther Ferrer © Esther Ferrer, VEGAP, Bilbao, 2018 Fotografía por Erika Ede.
Las risas del mundo, 1999/2018. Vista de la instalación Archivo Esther Ferrer © Esther Ferrer, VEGAP, Bilbao, 2018 Fotografía por Erika Ede.
Las risas del mundo, 1999/2018. Vista de la instalación Archivo Esther Ferrer © Esther Ferrer, VEGAP, Bilbao, 2018 Fotografía por Erika Ede.
Esther Ferrer. Al ritmo del tiempo, acción creada a lo largo de los años 60. Fotografía en el teatro de La Bastilla, París (1983). Fotografía Matilde Ferrer. Archivo Esther Ferrer.
Esther Ferrer.
Piano Satie 1979/2017 de Esther Ferrer, imagen por Isabel Permuy
Fue la multidisciplinariedad de las obras de Esther Ferrer la que la llevó a trabajar en diferentes ámbitos artísticos, así como colaborar con otros creadores. Es el caso de sus dibujos realizados para el libro de poemas “La Isla”, de Blanca Calparsoro (Madrid, 1968), poetisa guipuzcoana con la que coincidió en el grupo vanguardista ZAJ.
Individualmente, a partir de los años de la década de 1980, desarrolló un trabajo fotográfico de sí misma teniendo como tema principal las diferentes partes del cuerpo, dando lugar a obras como, "El libro de las cabezas", "El libro de las manos" o "El libro del sexo". Fue en la exposición de "Fuera de formato", en Madrid, donde por primera vez se pudo vislumbrar dicho trabajo fotográfico.
Su labor creativa, "más que artística" como ella misma expresaría, ha sido presentada en diferentes museos (Museo Reina Sofía o Museo Guggenheim Bilbao), galerías de arte (Àngels Barcelona) e instituciones (Centre National de la Danse), teniendo gran trascendencia a nivel nacional e internacional (Canadá, México, Brasil, Francia, Alemania, etc.).
Individualmente, a partir de los años de la década de 1980, desarrolló un trabajo fotográfico de sí misma teniendo como tema principal las diferentes partes del cuerpo, dando lugar a obras como, "El libro de las cabezas", "El libro de las manos" o "El libro del sexo". Fue en la exposición de "Fuera de formato", en Madrid, donde por primera vez se pudo vislumbrar dicho trabajo fotográfico.
Su labor creativa, "más que artística" como ella misma expresaría, ha sido presentada en diferentes museos (Museo Reina Sofía o Museo Guggenheim Bilbao), galerías de arte (Àngels Barcelona) e instituciones (Centre National de la Danse), teniendo gran trascendencia a nivel nacional e internacional (Canadá, México, Brasil, Francia, Alemania, etc.).
Descripción del proyecto por Esther Ferrer
«El poema de los números primos»
Esther Ferrer llevaba varios años trabajando con figuras geométricas en sus obras, sin embargo, la incesante búsqueda de algo nuevo la llevó a replantearse nuevas fuentes de inspiración. Así, a partir de una noche en la que soñó con los números primos, se puso en contacto con colegas matemáticos que le dijeron que sería imposible alcanzar una obra correlativa. Los números primos tienen un orden fortuito, es decir, imprevisible, y cuanto más se avanza en la serie, más complicados son de encontrar.
Los avances tecnológicos y matemáticos del momento en que la artista llevó adelante «El poema de los números primos», habían concluido que el último número primo hallado constaba de 703 cifras. La obra consta de diversas series numéricas y bien puede iniciarse con el número 1 o bien con otro número como el 3000. El juego numérico también se apoya en otras estructuras matemáticas relacionadas con los números primos, como pueden ser los denominados "números gemelos", los cuales son aquellos números primos que los separa un único número, como 11 y 13.
Precisamente, es este sistema numérico inesperado el que brinda a la obra de Esther Ferrer ese carácter performativo: un espectáculo vanguardista donde convergen diferentes artes (música, artes plásticas, teatro) con un resultado, en este caso, inesperado tanto para el espectador como para el creador.
Acciones.- El proceso creativo
Desde un ámbito teatral, Esther Ferrer, se ha caracterizado por ofrecer una creación por encima de lo que otros denominarían como "arte", prevaleciendo lo creado por encima de las impresiones que pudiera tener un jurado o público.
Los avances tecnológicos y matemáticos del momento en que la artista llevó adelante «El poema de los números primos», habían concluido que el último número primo hallado constaba de 703 cifras. La obra consta de diversas series numéricas y bien puede iniciarse con el número 1 o bien con otro número como el 3000. El juego numérico también se apoya en otras estructuras matemáticas relacionadas con los números primos, como pueden ser los denominados "números gemelos", los cuales son aquellos números primos que los separa un único número, como 11 y 13.
Precisamente, es este sistema numérico inesperado el que brinda a la obra de Esther Ferrer ese carácter performativo: un espectáculo vanguardista donde convergen diferentes artes (música, artes plásticas, teatro) con un resultado, en este caso, inesperado tanto para el espectador como para el creador.
Acciones.- El proceso creativo
Desde un ámbito teatral, Esther Ferrer, se ha caracterizado por ofrecer una creación por encima de lo que otros denominarían como "arte", prevaleciendo lo creado por encima de las impresiones que pudiera tener un jurado o público.
«Cuando hago arte, no soy consciente de interpretar un papel específico, lo hago como persona no como artista.»
Esther Ferrer.
Sus expresiones artísticas se revelan ante lo autoritario para dar paso una "creatividad anárquica", es decir, un arte atemporal donde el artista es libre de expresar lo que siente con total libertad. No obstante, Esther Ferrer defiende un arte anárquico donde, si bien el artista cuenta con su propia libertad (individualista), también ha de tener en cuenta las libertades del resto de creadores. A partir de este punto, prevalecerá la unicidad del artista, del creador y, por su puesto, de la persona. Una unicidad que hace singular a cada uno y, que lejos de establecer distancias, es la que acerca a los individuos.
Esta "anarco-creatividad", como lo denomina la propia Esther Ferrer, no sigue una estructura, pues precisamente estaría contraponiéndose a la denominación utilizada. Por lo que, el arte abandonaría ciertos paradigmas, para convertirse en un proceso de realización personal que, posteriormente, se reflejaría en el artista. Un artista que acerca su obra a las calles siendo la pieza que mueve el pensamiento de las personas al mismo tiempo que acaba con las ideas utópicas de una sociedad prefecta, pues la propia utopía se presenta como imperfecta:
«En general la utopía es un universo cerrado, selectivo, jerárquico, moralista y pudiéramos hablar de muchos otros aspectos negativos del pensamiento utópico, por ejemplo su sexismo.»
Esther Ferrer.
Más información
Esther Ferrer
Esther Ferrer. nació en San Sebastián, País Vasco (España) el 19 de de diciembre de 1937. Se la conoce por ser una de las mejores artistas españolas de su época, destacando en el “performance art”.
En colaboración con el pintor y cineasta José Antonio Sistiaga inauguran el primer Taller de Libre Expresión, la que sería el origen del resto de trabajos artísticos de la performer. Años más tarde, en 1967, se integra al grupo musical de vanguardia ZAJ, en el que conocerá a artistas de diversas especialidades: poetas, pintores, músicos o escultores. A partir de su experiencia en el ZAJ, comenzó un proceso de investigación en cuanto a la multidisciplinariedad del arte en su conjunto, dando así, lugar a trabajos performativos. Esther retoma la creación de obras plásticas combinadas con fotografías, instalaciones, o cuadros inspirados en los números primos y el número Pi. Siguiendo esta línea artística, las obras de Esther Ferrer se caracterizan por ser parte de la corriente minimalista y conceptual de los años ‘60 con una incansable búsqueda de referencias feministas.
Esther Ferrer. ha logrado desarrollarse como artista tanto en España como en el extranjero: Alemania, Italia, Suiza, Bélgica, Francia, Dinamarca, Noruega, Inglaterra, Bélgica, Holanda, Polonia, Eslovaquia, República Checa, Hungría, Bulgaria, Inglaterra, Estados Unidos, Canadá, México, Cuba, Brasil, Tailandia, Japón, Corea o Palestina.
Además sus obras se han podido disfrutar en diferentes salas de arte en España, Francia (París), Alemania o México. Al igual que sus ponencias en el ámbito universitario, teniendo una gran relevancia en España y otros países como Francia o Canadá.
La performer española ha logrado los mayores reconocimientos a nivel nacional e internacional, como pueden ser el Premio Nacional de Artes Plásticas (2008), el Premio Gure del Gobierno Vasco (2012), el premio Mujeres en las Artes Visuales (MAV) (2014), el Premio Marie Claire de l’Art Contemporain (2014) y el Premio Velázquez (2014), este último por su gran trayectoria en los países iberoamericanos.
En colaboración con el pintor y cineasta José Antonio Sistiaga inauguran el primer Taller de Libre Expresión, la que sería el origen del resto de trabajos artísticos de la performer. Años más tarde, en 1967, se integra al grupo musical de vanguardia ZAJ, en el que conocerá a artistas de diversas especialidades: poetas, pintores, músicos o escultores. A partir de su experiencia en el ZAJ, comenzó un proceso de investigación en cuanto a la multidisciplinariedad del arte en su conjunto, dando así, lugar a trabajos performativos. Esther retoma la creación de obras plásticas combinadas con fotografías, instalaciones, o cuadros inspirados en los números primos y el número Pi. Siguiendo esta línea artística, las obras de Esther Ferrer se caracterizan por ser parte de la corriente minimalista y conceptual de los años ‘60 con una incansable búsqueda de referencias feministas.
Esther Ferrer. ha logrado desarrollarse como artista tanto en España como en el extranjero: Alemania, Italia, Suiza, Bélgica, Francia, Dinamarca, Noruega, Inglaterra, Bélgica, Holanda, Polonia, Eslovaquia, República Checa, Hungría, Bulgaria, Inglaterra, Estados Unidos, Canadá, México, Cuba, Brasil, Tailandia, Japón, Corea o Palestina.
Además sus obras se han podido disfrutar en diferentes salas de arte en España, Francia (París), Alemania o México. Al igual que sus ponencias en el ámbito universitario, teniendo una gran relevancia en España y otros países como Francia o Canadá.
La performer española ha logrado los mayores reconocimientos a nivel nacional e internacional, como pueden ser el Premio Nacional de Artes Plásticas (2008), el Premio Gure del Gobierno Vasco (2012), el premio Mujeres en las Artes Visuales (MAV) (2014), el Premio Marie Claire de l’Art Contemporain (2014) y el Premio Velázquez (2014), este último por su gran trayectoria en los países iberoamericanos.
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