Tres bóvedas y cuatro nichos forman una estructura inacabada, que puede ser habitada. La iglesia de Tura ahora gana un lugar.
Descripción del proyecto por unparelld'arquitectes
Can Sau se situa en el centro histórico de Olot, donde las demoliciones no son inusuales. Dado que la mitad de la casa estaba afectada por alineación de vial, se derribó, dejando un vacío urbano presidido por una medianera y cuatro contrafuertes escalonados, enfrentados al lateral de la iglesia de la patrona. Por distintos motivos, las mismas consecuencias: solares abandonados, pérdida de urbanidad, desfiguración de la calle, destrucción del paisaje ordinario.
Ante una solicitud de un proyecto de pavimento y una contrata en curso para un tabique pluvial de chapa metálica, se reformula el encargo. Es urgente destinar los recursos en el plano vertical para dotar de urbanidad al espacio, aparte de garantizar la estanqueidad de la medianera. En la ciudad compacta, las fachadas asumen la responsabilidad de dar forma y carácter a la calle.
Con ladrillo hueco, se construye una escenografía de urgencia que completa lo que insinúan los contrafuertes, dejando ver en el fondo las huellas de la actividad doméstica marcadas en la medianera. Una construcción de tres bóvedas y cuatro nichos se ofrece al espacio público como una fachada porosa, acompañada de un mínimo graderío. Es una estructura inacabada y apropiable. El artista visual Quim Domene interviene a posteriori en los nichos, con elementos alegóricos a la historia del barrio.
La iglesia del Tura, confinada entre calles estrechas, gana ahora un espacio público, donde preside la puerta tapiada del antiguo templo del siglo XV.