El proyecto de Parc de l’Ossa, realizado por Altura arquitectes, se estructura en dos grandes franjas paisajísticas: una de carácter fluvial, situada junto al río Valira d'Orient, y otra inspirada en los prados de siega, entre el río y los edificios. Su estrategia principal es la conexión y continuidad de los espacios verdes, lo que implicó el soterramiento del vial existente (calle de la Molina). Esta configuración fortalece el espacio verde orientado al sur y da continuidad a la zona urbana, agrupando en la zona norte tres edificios de servicios, un área de restauración, un aparcamiento subterráneo con capacidad para 80 plazas y el soterramiento de la calle de la Molina, resolviendo así la fragmentación del espacio público.
El edificio utiliza la madera como material principal para la estructura y el hormigón para la construcción del aparcamiento subterráneo y los cimientos. En el revestimiento exterior se empleó madera de alerce sin tratamiento, por sus propiedades naturales de resistencia a la intemperie, lo que permite una evolución tonal a lo largo del tiempo sin necesidad de mantenimiento adicional.
El proyecto ha reutilizado varios elementos del antiguo parque, como los bloques de granito de los antiguos muros, que ahora se han reconvertido en gradas, y las barandillas de acero, que se han reutilizado para delimitar algunas zonas del parque. Un proceso comprometido con los principios de las tres R (reducir, reutilizar, reciclar), que contribuye a la sostenibilidad integral del proyecto.

Parc de l’Ossa por Altura arquitectes. Fotografía por Rafael Vargas.
Descripción del proyecto por Altura arquitectes
Parc de l’Ossa: Integración paisajística y sostenibilidad en el centro de Encamp
El Parc de l’Ossa representa una intervención estratégica de regeneración urbana en el centro de Encamp, con la creación de un espacio verde de 10.000 m² que actúa como nuevo pulmón verde y espacio de encuentro intergeneracional. Este proyecto incorpora un diseño paisajístico que favorece la biodiversidad, el juego infantil, el deporte y el ocio saludable para todas las edades. El parque también incluye tres edificios de servicios, un área de restauración, un aparcamiento subterráneo con capacidad para 80 plazas y el soterramiento de la calle de la Molina, resolviendo así la fragmentación del espacio público.
El proyecto se desarrolló sobre un terreno cedido como resultado del crecimiento urbanístico del centro de Encamp. Esta ubicación, situada en un área densamente edificada y adyacente al río Valira d’Orient, está en el centro de la parroquia. El parque original, construido en los años 90 sobre terrenos privados, fue desmantelado para permitir nuevas edificaciones, lo que motivó la necesidad de crear un nuevo espacio verde en el área cedida para uso público. El concurso de ideas para este nuevo parque, celebrado en 2021, tuvo la particularidad de incorporar una votación ciudadana para la selección de la propuesta, posteriormente validada por una comisión técnica.
Estrategias de proyecto y organización
La estrategia principal del proyecto se basó en la conexión y continuidad de los espacios verdes mediante el soterramiento del vial existente (calle de la Molina), eliminando la barrera que suponía y generando un espacio verde continuo y fluido. Los nuevos edificios se concentraron en el sector norte, estableciendo una transición armónica hacia el tejido urbano y aprovechando el desnivel topográfico existente para integrar el aparcamiento subterráneo. Esta configuración permite que el espacio verde quede orientado al sur, optimizando la captación solar y garantizando un alto nivel de confort ambiental. Los edificios, de carácter funcional, se colocan estratégicamente para evitar la proyección de sombras sobre las zonas de ocio, mientras que las cubiertas enjardinadas del aparcamiento y de los propios edificios de servicio mantienen la continuidad paisajística y minimizan el impacto visual.
Intervenciones para la cohesión social y el uso inclusivo
El Parc de l’Ossa ha sido concebido como un espacio inclusivo e intergeneracional, con una planificación programática que favorece la diversidad de usos. Los juegos infantiles han sido tematizados, destacando la figura simbólica de la osa, vinculada a la tradición del Ball de l’Ossa de Encamp, declarada patrimonio cultural inmaterial por la UNESCO. Esta tematización no solo refuerza la identidad cultural del parque, sino que integra un imaginario colectivo, potenciando la conexión emocional con el espacio.
La estructura de las áreas de juego está diseñada para fomentar la actividad física en diferentes edades, desde grandes toboganes hasta zonas de juego controlado para los más pequeños. Esta diversificación se ha logrado mediante el uso de la topografía y elementos integrados en el paisaje, permitiendo distintos usos pero manteniendo una coherencia visual y funcional.
Sostenibilidad y eficiencia energética
Los edificios del parque han sido proyectados siguiendo criterios de arquitectura pasiva, con orientación sur para maximizar las ganancias solares en invierno, y un envolvente de alto rendimiento que asegura un buen aislamiento térmico y estanqueidad al aire. Este diseño reduce la demanda energética de los edificios y optimiza el confort térmico durante todo el año. Para controlar el sobrecalentamiento estival se proyectaron voladizos calculados paramétricamente de manera que se definieron sus dimensiones en función de la altura de las fachadas y sus orientaciones para garantizar una sombra óptima durante los meses más calurosos.
En la elección de los materiales se priorizó el uso de madera como material estructural y de cerramiento, gracias a su baja energía incorporada y su capacidad para fijar el carbono de la atmósfera durante el crecimiento del árbol. El hormigón se utilizó únicamente en la construcción del aparcamiento subterráneo y cimientos, mientras que el resto de los edificios e infraestructuras están construidos con madera, contribuyendo a la reducción de las emisiones de CO₂ asociadas a la construcción. A nivel de revestimiento exterior, se empleó madera de alerce sin tratamiento por sus propiedades naturales de resistencia a la intemperie, lo que permite una evolución tonal a lo largo del tiempo sin necesidad de mantenimiento adicional.
El proyecto ha reutilizado varios elementos del antiguo parque, como los bloques de granito utilizados en los antiguos muros, que ahora se han reconvertido en gradas, y las barandillas de acero que se han reutilizado para delimitar algunas zonas del parque. Esta decisión sigue los principios de las tres R (Reducir, Reutilizar, Reciclar), contribuyendo a la sostenibilidad integral del proyecto.
Estrategia paisajística y restauración ecológica
El parque se estructura en dos grandes franjas paisajísticas: una de carácter fluvial, situada junto al río Valira d'Orient, y otra inspirada en los prados de siega, entre el río y los edificios. La primera incluye una vegetación ribereña y una lámina de agua naturalizada, que contribuye a la restauración ecológica del cauce fluvial. Se diseñó un mirador elevado sobre el río y se crearon caminos fluviales que permiten una nueva relación visual y física con el río. La segunda franja incorpora árboles de gran porte, plantados sobre un extenso tapiz herbáceo, que definen los límites de los espacios de juego y ocio.
La vegetación seleccionada, compuesta por más de 42 especies diferentes y un total de 11.600 ejemplares entre árboles, arbustos y plantas, ha sido diseñada para ofrecer una gran variabilidad cromática y volumétrica a lo largo de las distintas estaciones del año. Se priorizó el uso de especies autóctonas, de bajo mantenimiento y adaptadas a las condiciones climáticas locales. Además, se han introducido elementos como casetas para aves, murciélagos y un «hotel de insectos» para fomentar la biodiversidad y garantizar la integración ecológica del parque en su entorno urbano.
Una intervención destacada es la creación de una laguna naturalizada, alimentada por un canal de riego recuperado del sistema agrícola tradicional. Esta laguna se organiza en dos zonas diferenciadas: una destinada a la vegetación acuática y la fauna asociada, y otra dedicada a la filtración y depuración natural del agua. Las 30 especies vegetales seleccionadas, tanto sumergidas como palustres, garantizan un correcto saneamiento y oxigenación del agua, contribuyendo a la sostenibilidad del sistema.
Naturaleza en un entorno urbano
El Parc de l’Ossa se erige como un modelo de integración, sostenibilidad, cohesión social y recuperación paisajística en el entorno urbano. El proyecto no solo genera un nuevo espacio de ocio para los ciudadanos de Encamp, sino que redefine el paradigma de la planificación urbana, incorporando la biodiversidad y los sistemas naturales como parte esencial de la arquitectura y el paisaje.