
unparelld'arquitectes proyecta un delicado y atento plan de mejora urbana, en el que descarta una reurbanización completa y busca, entre otras cosas, una reparación que contemple únicamente la sustitución de las losas rotas, la reorganización de una nueva red municipal de servicios oculta, acciones que facilitarán la plena ocupación de las viviendas en esta importante zona rehabilitada del municipio.
Un proyecto que busca la resiliencia de lo existente. Como en anteriores proyectos, estos arquitectos establecen un proceso pautado que comienza con la investigación histórica de la plaza y de su entorno antropizado. Teniendo en cuenta la historia de la plaza, se comenzó con el estudio de las patologías que presentaban las fachadas a rehabilitar, realizando también un proyecto de intervención en balcones, cornisas, revestimientos y cubiertas.

Plaza Major de Olot por unparelld'arquitectes. Fotografía por José Hevia.
Posteriormente, se inició la retirada de aquellos objetos de la plaza que provocaban ruido visual, como el cableado o las antenas en desuso. Una vez se lograron estas pautas, se ejecutó una propuesta cromática de ornamentación en las fachadas, inspirada en la Escuela de Arte del siglo XVIII y con especial atención al contexto histórico de la plaza.
La rehabilitación concluyó con la mejora de los locales comerciales, mediante la apertura de huecos que aportaran ventilación y confort a la plaza y, cuando hubo oportunidad, con la instalación de ascensores compartidos.
Todo este plan estuvo sujeto a otro plan de subvenciones que exigía a los propietarios rehabilitar las viviendas vacantes y ponerlas en el mercado en un plazo máximo de cuatro años.
Descripción del proyecto por unparelld'arquitectes
La plaza Major de Olot es el centro geográfico y simbólico de la ciudad. La rodean cuatro frentes de casas, reformadas entre finales del s. XIX y mediados del s. XX. Son casas sencillas, que adquieren valor de conjunto por la repetición de patrones de composición, construcción y decoración. Antes de la intervención, la gran mayoría presentaba patologías estructurales y constructivas. Además, hay un tercio de viviendas vacías que necesita reformas importantes para ser habitable. Por extensión, la plaza habla de la arquitectura y de los retos del centro histórico.

El proyecto se enmarca en el Pla de Places i Placetes de proximitat del Barri Vell d’Olot y entiende que para dinamizar el espacio público es imprescindible activar sus bordes. Podríamos decir que la plaza son los edificios y las personas que viven en ella. Así, la actuación tiene como objetivo la regeneración urbana de este espacio a través de tres acciones: poner en valor el patrimonio y reforzar la autoestima de los vecinos y ciudadanos, rehabilitar las envolventes de los edificios para mejorar las condiciones de los inmuebles y movilizar el tercio de viviendas vacías.
El diagnóstico previo, basado en el mapeo de datos y en conversaciones con vecinos y comerciantes, lleva a descartar un proyecto de urbanización convencional para destinar la misma cantidad a las envolventes de los edificios. Así, se ejecutan unas operaciones de reparación consensuadas en el espacio público, en lugar de una reurbanización completa, que incluyen, entre otras, la substitución de losas rotas y establecer una red municipal de previsión de servicios enterrada. Paralelamente se inicia un proceso que debe concluir con la plena ocupación de las viviendas, que incluye un proyecto de rehabilitación, un plan de mejora urbana y un programa de subvenciones condicionadas.

El proyecto de rehabilitación de las fachadas tiene cinco partes. Se inicia con una investigación histórica, mapeo con cruce de datos y radiografía con el vecindario. Sigue con un estudio de patologías de cada envolvente, principalmente balcones, cornisas, revestimientos y cubiertas, y propone unas pautas de intervención, siempre regidas por las buenas prácticas en rehabilitación. Se basan en las recomendaciones del Pla del Color d’Olot, de l'Associació Grup de Recuperació i Estudi de la Tradició Arquitectònica del Colegio de Arquitectos de Cataluña y en ordenanzas de los municipios con políticas exitosas y avaladas en la rehabilitación del patrimonio arquitectónico. La tercera parte del proyecto, contempla la retirada de todos aquellos elementos impropios como compresores de clima, cableado, antenas en desuso, etc.

La cuarta, es la propuesta cromática, que se basa en la tradición local de ennoblecer las fachadas con pintura, influenciada por la Escuela de Arte en la ciudad, des de finales del siglo XVIII, y los decoradores que se formaron en ella. Los patrones de cada edificio se basan en una investigación histórica a partir de las fotografías y pinturas antiguas.
La carta cromática se define a partir del Pla del Color d’Olot, incorporando la gama con la que el artista y diseñador Xavier Bulbena pintó un par de casas de la plaza a principios de los noventa y el resultado de estratigrafías adicionales en los edificios protegidos. La quinta parte del proyecto se centra en los locales comerciales, aumentando la transparencia de las aberturas para mejorar el confort de la calle y adecuar la rotulación y el alumbrado a las ordenanzas. Adicionalmente se estudia la centralización de las instalaciones de cada inmueble y la viabilidad de instalar ascensores compartidos.

El Plan de Mejora urbana en el ámbito de la plaza Mayor y un programa de subvenciones condicionadas son las herramientas que permiten llevar a cabo la operación. El PMU, delimita el ámbito y justifica el interés público de la inversión, incorpora el proyecto de rehabilitación y desarrolla unas ordenanzas piloto, poniéndolas a prueba antes de extenderlas a todo el centro histórico.
En los derechos y obligaciones propios del plan se establece un plazo de 3 años para que los propietarios lleven a cabo las obras. A continuación, el Ayuntamiento destina el importe reservado para urbanizar el espacio a una subvención que cubre el 90% de los gastos de rehabilitación, a la que se acogen 14 de las 19 fincas. Como contrapartida, la aceptación de la subvención exige a los propietarios rehabilitar y poner en el mercado las viviendas vacantes en un periodo de tiempo de 4 años.
