La Villa dall'Ava se presenta como un reto para Rem Koolhaas: la necesidad de adaptarse a las viviendas cercanas respetando la privacidad en su interior, así como crear distintas relacciones visuales con el entorno. De este modo la parcela se divide en tres franjas de sur a norte: por un lado la primera franja no está construida y permite la aparición del jardín, la segunda es ocupada por el edificio y por último, la tercera franja permite el paso al garaje.
Al igual que ocurrira en la Maison à Bourdeaux, los espacios públicos y privados quedan fuertemente segregados en distintos niveles. De este modo la planta baja acoge los espacios públicos mientras que será en la superior en la que se encuentren aquellas zonas más privadas.
La planta baja está poco compartimentada y es dinámica, permitiendo así alojar todo tipo de actividades. El único espacio de servicio con el que cuenta es una cocina próxima al salón. Lo que podemos considerar como un gran salón tiene unos muros realizados con grandes carpinterias correderas transparentes hacia el oeste, que conectan estos espacios más sociales directamente con el jardín trasero.
Uno de los objetivos del proyecto era crear dos apartamentos independientes, que aparecen en el segundo nivel colocándose en paralelo el uno respecto del otro, aprovechando de este modo las increibles vistas a la ciudad de París. La independencia de ambos espacios es completa y los dos poseen distintos accesos desde la planta baja. Uniendo, o separando, estos dos apartamentos, cabe destacar la importante presencia de la piscina en la terraza de la cubierta. Su composición y disposición, contiene numerosas referencias planteadas por los discursos teóricos de Rem Koolhas en su libro Delirious New York. Ésta fomenta la relacción visual con el fondo creado por la imagen de la ciudad. Se trata de un espacio privado y exclusivo aún estando al aire libre.
Descripción del proyecto por OMA
La villa está situada en una colina que desciende abruptamente hacia el Sena, el Bois de Boulogne, y la ciudad de París, en la zona residencial de Saint Cloud - un barrio caracterizado por casas del siglo XIX en un clásico paisaje "Monet".
El cliente quería una casa de vidrio con una piscina en la azotea y dos "apartamentos" independientes - uno de los padres, el otro para la hija. También querían una vista panorámica - desde su piscina - del paisaje circundante y la ciudad de París.
El lugar es como una habitación grande, con un límite de muros vegetales, zonas verdes y pendientes. Se compone de tres partes: un jardín en pendiente, el volumen principal de la casa y el garaje a nivel de calle. La casa se concibe como un pabellón de vidrio que contiene zonas de estar y un comedor, con dos apartamentos perpendiculares, flotando en direcciones opuestas para aprovechar la vista. A ellos se une la piscina, la cual se asienta en la estructura de hormigón recubierto por el pabellón de vidrio.