El proyecto, se desarrolla a partir de dos geometrías sencillas, un circulo y un eje. Aprovecha su posición en una orilla del lago para tomar su forma circular a partir de un estanque central, construyendo a su alrededor un volumen fragmentado para distribuir y modular las diferentes áreas y amenidades que desarrolla su programa, con vistas de 360 grados del paisaje. El "estanque" es cruzado por un gran eje peatonal hundido en las aguas y que emerge al final, tras atravesar el edificio principal, en un muelle con una piscina flotante.
La estructura se construyó con madera contralaminada (CLT), con vigas y pilares vistos diseñados en vanos cortos con una organización radial que refleja el volumen circular, y con muros de piedra alojados en entramados de madera que trabajan como cimentación del volumen en el lago.
Descripción del proyecto por Sordo Madaleno Arquitectos
Valle San Nicolás se desarrolla en los alrededores de Valle de Bravo, Estado de México. Un sitio privilegiado para un nuevo desarrollo residencial de aproximadamente 385 hectáreas, el cual basa tanto su diseño urbanístico, como el de cada elemento arquitectónico, en armonía con la naturaleza y para la conservación de su paisaje próximo.
Dentro de todo el conjunto se introducen espacios de descanso y bienestar para los habitantes del lugar, en conexión y para el disfrute del entorno natural, como la Casa Club y el lago esquiable de 800 metros de largo que se inserta en la curva de nivel más baja del masterplan, aprovechando los escurrimientos y el agua pluvial del terreno.
Se exploraron las condiciones naturales de Valle San Nicolás para comprender que los dos elementos naturales protagónicos –la montaña y el lago– podían converger y relacionarse a través de una pieza arquitectónica, entendiendo que este punto daría lugar a la Casa Club como el lugar de encuentro social principal.
Siguiendo la idea rectora de buscar una aproximación sutil y amable entre arquitectura y naturaleza, la Casa Club se conceptualizó en referencia a una barca anclada al lago, como si estuviera flotando sobre el agua.
Volumétricamente, está resuelta por medio de una planta circular que se fragmenta de manera radial para distribuir y modular las diferentes áreas y amenidades que albergan en su interior. Esta estrategia programática se visualiza en los vacíos y sólidos que se crean por medio de los cuerpos de agua interiores que se fusionan con el lago y de los muros que se erigen desde el fondo del lago.
Un anillo interior y uno exterior funcionan como corredores abiertos para recorrer continuamente el edificio y disfrutar de las visuales de casi 360 grados del paisaje. Sin embargo, un pasillo central deprimido acorta la distancia a transitar y crea un recorrido directo hacia el deck principal, donde se encuentra el bar y la sala de TV, culminando en la alberca insertada en el lago.
Dividido por este pasillo central, hacia la sección este se alojan la zona del comedor, el asador, la cocina y servicios complementarios. En el extremo oeste, se ubican el gimnasio, las cabinas del spa con jacuzzi exterior, así como los vestidores con el vapor y sauna en su interior.
La Casa Club se materializó a partir de un sistema constructivo en madera laminada cruzada (CLT). Las vigas y columnas aparentes estructuran el espacio circular, con claros cortos y una distribución radial; mientras que los muros de piedra tienen la función de anclar la volumetría dentro del lago.
Los interiores de las amenidades despliegan una materialidad natural en sintonía con los elementos estructurales de madera. Una plataforma de kebony, piedras volcánicas o una cubierta de encino rojo americano son algunos de los acabados usados para responder congruentemente al entorno inmediato.