La estructura de madera al aire libre, planteada por
Paul Andersen y
Paul Preissner, encierra el patio para brindar un espacio para la reflexión y la conversación. También presenta el mundo de la estructura de madera de la manera más directa posible al permitir que las personas experimenten sus espacios, formas y técnicas de primera mano. El trabajo a gran escala expresa el sublime y profundo poder estético de un método estructural que subyace a la mayoría de los edificios en los Estados Unidos.
Dentro de las galerías se exhiben dos tipos de obras. Fotografías recientemente encargadas de Daniel Shea y Chris Strong abordan el trabajo, la cultura y los materiales de la construcción con madera blanda. Una colección de maquetas a escala, producto de la investigación y proyectados por estudiantes de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Illinois en Chicago, presenta la historia de la estructura de madera. Dos juegos de muebles de Ania Jaworska y Norman Kelley están instalados afuera en el patio y la estructura de madera a gran escala, reviviendo piezas históricas y produciéndolas a partir de madera de dimensiones comunes.
La
17a Exposición Internacional de Arquitectura de La Biennale di Venezia llega en un momento en que las trayectorias culturales nacionales luchan con sus propias historias. ¿Cómo aceptamos nuestras elecciones pasadas? ¿Qué tipo de futuro podemos crear? American Framing examina la arquitectura familiar e improbablemente pasada por alto del sistema de construcción más común del país y argumenta que un futuro profundo y poderoso para el diseño se puede concebir a partir de un pasado ordinario.
Las obras de la exposición cuentan la historia de un proyecto arquitectónico estadounidense que se tacha de aburrido en cuanto a la tradición, ansioso por elegir la economía sobre la habilidad técnica y aceptar una idea mas libre de la artesanía en la búsqueda de algo útil y nuevo.
La disponibilidad del material principal, la simplicidad de la construcción y la capacidad de ser construido por trabajadores poco calificados o no calificados, y las economías y poblaciones en crecimiento del Medio Oeste llevaron a la proliferación de una arquitectura que desde entonces ha dominado el paisaje construido en Estados Unidos.
Originada a principios del siglo XIX, la construcción con madera blanda fue una solución pragmática a la necesidad de un sistema de construcción accesible entre los colonos con riqueza limitada, habilidades técnicas y tradiciones de construcción.
Ha sido el sistema de construcción dominante desde entonces: más del 90% de las casas de nueva obra en los Estados Unidos en la actualidad tienen estructura de madera. La accesibilidad que dio forma a su temprano desarrollo continúa influyendo en la vida contemporánea y refleja los ideales democráticos de manera sutil pero poderosa.
La construcción con madera blanda es excepcionalmente igualitaria. Ninguna cantidad de dinero puede comprar un 2x4 mejor que los 2x4 del barrio más pobre de la ciudad. Esta igualdad fundamental subyace paradójicamente a la cultura estadounidense de la individualidad, unificando todas las diferencias superficiales. Los edificios de todos los tamaños y estilos están hechos de marcos de madera.
A pesar de su ubicuidad, la estructura de madera es también una de las contribuciones a la arquitectura más olvidadas del país. Una variedad de prejuicios y hábitos explican su ausencia en el discurso intelectual, que tiende a concentrarse en lo exótico mientras ignora lo ordinario.
La estructura de madera es intrínsecamente redundante y transitoria, lo que permite la improvisación en el diseño y la construcción, los detalles en bruto y la renovación continua. Ha sido tanto una causa como un efecto del gran respeto del país por la novedad, en contraste con la estabilidad que a menudo se supone que es esencial para la arquitectura.
La falta de prestigio disciplinario se debe a las mismas características que lo hacen tan frecuente: es fácil, delgado y económico. Estas cualidades introducen flexibilidad en la forma, el trabajo, la composición, la clase, la sensibilidad, el acceso y el estilo que abren posibilidades salvajes para la arquitectura.
