La muestra presentada en el Museo de la Universidad de Alicante se ha estructurado en cuatro secciones. En primer lugar, un recorrido introductorio por un interesante y heterogéneo conjunto de iglesias, desde Tánger a Badajoz. En segundo lugar, quizás el núcleo con mayores sorpresas, pues en muchos casos se trata de obras inéditas, se muestra la intensa colaboración de Arcadio con el Instituto Nacional de Colonización (INC). Un tercer apartado corresponde a la fructífera relación entre Blasco y Luis Cubillo, plasmada en varias iglesias madrileñas, como la de Nª Sª del Tránsito y la de San Fernando. Finalmente, hay un espacio dedicado a su participación en proyectos destinados a obra civil.
Esta exposición presenta la obra artística que un joven Arcadio Blasco (1928-2013) integró en numerosos templos y edificios civiles en colaboración con varios arquitectos durante este periodo. Es decir, un Arcadio antes de Arcadio como autor de vidrieras, mosaicos y murales cerámicos, que aquí se muestran en decenas de paneles con fotografías, además de numerosas maquetas y dibujos preparatorios.
Un artista de arquitectos con una producción que le permitió el trasvase de hallazgos desde su obra mural y artesanal a la destinada a una galería de arte. Y a la inversa. A finales de los ochenta, Arcadio comenzó un viaje de vuelta hacia estas obras, sobre todo las modestas iglesias del INC, fotografiando algunas de ellas y aparcando paulatinamente sus reticencias ideológicas por el cariz de los encargos de un arte religioso en el contexto del nacionalcatolicismo.
Esta exposición presenta la obra artística que un joven Arcadio Blasco (1928-2013) integró en numerosos templos y edificios civiles en colaboración con varios arquitectos durante este periodo. Es decir, un Arcadio antes de Arcadio como autor de vidrieras, mosaicos y murales cerámicos, que aquí se muestran en decenas de paneles con fotografías, además de numerosas maquetas y dibujos preparatorios.
Un artista de arquitectos con una producción que le permitió el trasvase de hallazgos desde su obra mural y artesanal a la destinada a una galería de arte. Y a la inversa. A finales de los ochenta, Arcadio comenzó un viaje de vuelta hacia estas obras, sobre todo las modestas iglesias del INC, fotografiando algunas de ellas y aparcando paulatinamente sus reticencias ideológicas por el cariz de los encargos de un arte religioso en el contexto del nacionalcatolicismo.